+ Solicita la Legisladora a la Comisión Intersecretarial respectiva integrar a los 570 municipios de Oaxaca, por ser la entidad federativa que alberga las localidades más pobres de México
SAN RAYMUNDO Jalpan, Oaxaca, mayo 22.- La diputada Ángela Hernández Solís, de la fracción parlamentaria del Partido Movimiento Ciudadano (MC), afirmó que en una primera etapa la llamada “Cruzada contra el hambre” del Gobierno federal, dejaría fuera a dos de cada tres oaxaqueños con carencia alimentaria.
En un punto de acuerdo presentado este miércoles a la Diputación Permanente de la LXI Legislatura del Estado, la Representante popular del distrito XVIII de Tuxtepec refirió que en Oaxaca 1 millón 14 mil personas no tienen alimento asegurado; es decir, tres de cada cuatro personas, que representan el 74 por ciento de los que vive fuera de los municipios y deben ser atendidos por el programa federal.
Recordó que la aplicación de la “Cruzada contra el hambre” se estableció con el compromiso de atender a más de 1 millón de oaxaqueños que serían la población objetivo; sin embargo, el anexo del Sistema Nacional del mismo contempla una lista de 133 de los 570 municipios de la entidad.
“Esta cifra apenas constituye el 23 por ciento del total de la división territorial en un Estado donde la pobreza y marginación es muy visible, y concentra una población parcial de 1 millón 147 mil habitantes”, subrayó la Legisladora del MC.
El punto de acuerdo propuesto este miércoles por Hernández Solís, durante la sesión ordinaria de la Diputación Permanente, establece que el Congreso del Estado exhorte al titular del Poder Ejecutivo estatal a efecto de que tome las medidas correspondientes y solicite a la presidencia de la Comisión Intersecretarial para la Instrumentación de la Cruzada contra el Hambre, integre a todos los municipios del Estado de Oaxaca, por ser la entidad federativa que alberga las localidades más pobres de México.
En su exposición de motivos, señala que la “Cruzada contra el hambre” no consideró en la primera etapa a municipios que tienen los índices más graves de pobreza, como el caso de San Francisco Tlapancingo, donde el 56.1 por ciento de la población está en esta situación.
Menciona que de acuerdo con el decreto del titular del Poder Ejecutivo federal, ese programa gubernamental “está orientado a la población objetivo constituida por quienes viven en condiciones de pobreza multidimensional extrema y que presentan carencias de acceso a la alimentación”.
Señala que de la población total de los municipios oaxaqueños considerados en la cruzada, apenas el 27 por ciento cumpliría los rangos estipulados para ser considerados como potenciales beneficiarios.
La diputada Hernández Solís indica que si la aplicación de la “Cruzada contra el hambre” se generaliza, sólo en los 133 municipios enlistados podría beneficiar a muchos que no lo necesitarían en primera instancia, desatendiendo a los pobres de otras regiones que no están considerados en la misma.
Dio a conocer que en la aplicación del programa, su partido, el MC, exigirá y vigilará que no haya cabida para cálculos políticos, porque toda política pública debe regirse por los principios de justicia y universalidad.
“Esto es que los beneficios no deben ser focalizados, sino repercutir en toda la población a efecto de blindar los programas sociales de especulaciones que minen su legitimidad”, puntualizó.
Manifestó que diversos sectores han mostrado su preocupación debido a la integración de los primeros 400 municipios en los que se aplicará la Cruzada, toda vez que se puede presumir que éstos son parte de una estrategia político electoral ante los comicios en julio próximo en 14 entidades del país.
La legisladora Hernández Solís consideró que para superar los rezagos sociales que enfrenta Oaxaca, es necesario formular y poner en marcha un nuevo modelo que, en su componente económico, posea dos vertientes:
La primera, pensada para apoyar a las empresas vinculadas a los mercados externos con el propósito de que éstas compitan con eficacia y puedan exportar sus productos.
La segunda, debe estructurarse de tal manera que sea capaz de ofrecer apoyos y estímulos a sectores y ramas productivas atrasadas que tengan la posibilidad de dar cabida a proyectos locales, que además de involucrar la participación de la sociedad civil y las comunidades indígenas, tengan pensada su oferta para abastecer a los mercados locales.
“El modelo que necesita Oaxaca en materia de desarrollo social tiene que estar caracterizado por una alta eficiencia social. No es suficiente gastar más en salud, es indispensable gastar en salud para los más pobres”, subrayó.
“No basta con asignar recursos a educación, lo prioritario es alfabetizar y ofrecer una educación básica de calidad mediante la cual se fortalezcan valores sociales, culturales y de respeto a la naturaleza, que ya se encuentran presentes en las comunidades indígenas, añadió. El punto de acuerdo fue turnado para su análisis a la Comisión Permanente de Desarrollo Social.