OAXACA, OAX., mayo 31.- La riqueza cultural, fortaleza de su gente y la historia de Panixtlahuaca, pueblo de la Costa oaxaqueña, están plasmadas en dos cortometrajes y un documental que fueron proyectados en diferentes sedes del Municipio de Oaxaca de Juárez durante la Semana Cultural Chatina en Oaxaca que promovió la Dirección de Cultura Municipal.
Los cortometrajes Panixtlahuaca a través del tiempo y El espíritu del violín de Flaviano Mendoza Mendoza, así como el documental En la Senda de la Escuela de Sebastián Mendoza fueron presentados en la Biblioteca Pública Municipal Profesor Ventura López Sánchez, ubicada en la agencia San Martín Mexicapam y en la Biblioteca Pública Central.
Previo a la proyección de las producciones, Sebastián García Mendoza lingüista del idioma chatino y cronista de Panixtlahuaca, mostró su interés en que las personas conozcan las tradiciones, costumbres, música, danza e historia de su pueblo ubicado en la Sierra Sur del estado de Oaxaca.
Explicó que las producciones son resultado de una extensa investigación que incluye la participación de las y los jóvenes de Panixtlahuaca, así como del maestro Porfirio Ramírez, Julia Soriano Román, Angélica Mendoza Sánchez, entre otros habitantes.
“Los cortometrajes y el documental muestran que somos un pueblo que aún mantiene viva sus tradiciones y espero que así sea por mucho tiempo más”.
Sobre las producciones
El cortometraje Panixtlahuaca a través del tiempo tiene una duración de 15 minutos y cuenta el origen del pueblo que en la antigüedad se llamó Quiguixe que en zapoteco significa Piedra montés, pero con el paso del tiempo y el crecimiento del lugar adquirió el nombre de Panixtlahuaca que significa barba de lucero y que en la actualidad también se le atribuye como pueblo redondo.
Por otra parte, El espíritu del violín es un homenaje al músico Arcadio López García, quien compuso piezas musicales que tocaba en las fiestas y velorios y que también compartía en Puerto Escondido, la ciudad de Oaxaca y la Ciudad de México.
El maestro Arcadio, quien falleció en 2011, fue un campesino que desde niño se entusiasmó por la música, nunca fue a la escuela pero gracias a su talento y amor por las notas musicales comenzó a construir su violín con pedazos de ocote, hasta que su abuela le regaló uno.
Con la producción del cortometraje, las y los habitantes de Panixtlahuaca cumplen su deseo de que sus sones y chilenas continúen alegrando las fiestas de los pueblos.
Finalmente, el documental En la senda de la escuela plasma las costumbres, creencias, ritos, así como las historias de mujeres chatinas que salieron de su pueblo para salir adelante.