OAXACA, OAX., julio 24.- Como tarjeta postal de la ciudad de Oaxaca, un cerro de basura apareció esta mañana en una de las calles de Aldama, en pleno Centro Histórico, y los olores que despedía eran insoportables.

Este montón de desperdicios permanecía en la calle que separa a los mercados centrales, Benito Juárez y 20 de Noviembre, lugar muy transitado por capitalinos y visitantes nacionales, quienes hicieron sus comentarios muy a su manera y claro del todo desfavorables para las autoridades tanto estatales como municipales.

La imagen que mostraba el amontonamiento de porquería y media, no fue del todo favorable para Oaxaca y menos para los oaxaqueños que fueron tildados, señalados de cochinos y acostumbrados a vivir en medio de la basura.

La muestra del abandono en que se tiene a la ciudad de Oaxaca, era palpable a las 9 horas, el asqueroso espectáculo era observado por capitalinos que a esas horas de la mañana acostumbran ir a los mercados para abastecerse de lo necesario para el alimento diario.

Los visitantes también abandonaban hoteles donde se hospedan y recorrían el céntrico lugar para dirigirse al centro de la ciudad o a los mercados en busca de los atractivos característicos de Oaxaca, incluyendo un almuerzo en el Mercado 20 de Noviembre, acompañado de un chocolate o un tamal oaxaqueño como lo identifican.

El dicho aquel que ha enorgullecido a las autoridades del Ayuntamiento de que la ciudad de Oaxaca es limpia, en estas condiciones ¿puede ser justificable?

De ninguna manera, sólo en los ojos de un ciego podría creerse y ahí está la muestra, el enorme cerro de basura que dejó una imagen de Oaxaca cien por ciento negativa, donde los responsables directos son las autoridades gubernamentales y municipales a quienes poco importa el futuro del Estado y su capital.

Se espera y hay confianza que la situación por la que atraviesa la ciudad de Oaxaca con la clase de Gobierno que tenemos, llegue a superarse y surjan mejores horizontes para los oaxaqueños con la llegada a la presidencia municipal de Javier VIllacaña Jiménez.