OAXACA, OAX., septiembre 1.- El arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, advirtió que en un futuro no muy lejano los enfrentamientos entre sindicatos y Gobierno se incrementarán si no se atienden los problemas sociales de fondo, en referencia a las acciones que ha tomado la Sección 22 del SNTE para defender lo que consideran una “educación democrática”.
Por eso llamó a los responsables de analizar la reforma educativa a hacer un buen trabajo para resolver los problemas y evitar más afectaciones y resentimientos, ya que el ciudadano está cansado tanto de paros y bloqueos como se diputados y senadores.
En conferencia de prensa, luego de su tradicional homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el Jefe de la Iglesia católica en la entidad dijo que al menos tres generaciones de oaxaqueños y oaxaqueñas no han tenido una educación de calidad, “por los grandes huecos que dejan los maestros para irse a luchas democráticas por la educación”.
Recordó que el golpe más grave se dio en el 2006 con el movimiento político-social donde durante cinco meses no hubo cátedra.
Ante esto, llamó a la sociedad a tomar parte de la vida política y social del país, pero con responsabilidad, no cayendo en provocaciones, además de ver por la educación de sus hijos haciendo lo que esté a su alcance.
Por eso NO condenó el ultimátum que en diferentes comunidades de la entidad hicieron padres de familia a la Sección 22 del SNTE para que regresen a clases de inmediato, aunque aclaró que “hay preocupación, ya que puede haber violencia”.
En opinión del Arzobispo de Oaxaca, “estamos recogiendo frutos de graves errores y añejos problemas sociales no solucionados con decisión y tiempo”.
Luego, reiteró su llamado a no permitir que grupos o corrientes de ideologías que criminalizan cualquier acción del Gobierno se apoderen de las grandes masas.
Ante la mala imagen que se han formado los sindicatos por sus maneras de lucha, Chávez Botello afirmó que estos grupos son necesarios en diferentes sectores de la sociedad y serán un signo de esperanza cuando sean espacios de diálogo sincero, cuando sus acciones tengan como referencia el bien común y no para su beneficio personal y, sobre todo, cuando se evite que se infiltren actores o líderes que sólo politizan la noble finalidad del sindicato u organización social.
Dijo que al ser la educación un derecho fundamental de los seres humanos, corresponde a todos los mexicanos velar por ella y no dejarla en manos sólo de los maestros.