OAXACA, OAX., septiembre 24.- Llegado al poder político del Estado como una “cuota” que correspondía al panista Guillermo Zavaleta Rojas, muerto en fatídico accidente aéreo, el novel Rogelio Rodríguez Ruiz fue finalmente echado del cargo que tenía prestado, acusado de corrupción y enriquecimiento inexplicable.
Sin más elementos que su propia ambición, Rodríguez Ruiz sucumbió ante el síndrome del ladrillo, al que se subió y muy pronto terminó mareado, inmerso en una espiral que lo llevó a vivir en los excesos, al borde de la locura por administrar poder y dinero que no era suyo, sino del Instituto Estatal de Educación para los Adultos (IEEA).
Su declive como joven funcionario de lo que él llama “primer gobierno democrático y de justicia social en Oaxaca”, inició apenas comenzada su administración, cuando en flagrante traición a los propósitos gubernamentales aprendió rápido a desviar dinero para fines personales, en detrimento de la nómina de los trabajadores.
Para aferrarse al cargo, luego de casi tres años de estar al frente del IEEA, Rogelio Rodríguez se alió al senador neo convergente-perredista Benjamín Robles Montoya, pero algo salió mal y éste lo abandonó a su suerte.
Sin embargo, nada detuvo la ambición del novel funcionario. Paralelamente a su gestión comenzaron a brotar, cada vez con más detalles, pruebas de su enriquecimiento ilícito, como la construcción de una mansión, compra de automóviles, gastos suntuosos y, lamentablemente, más quincenas de deuda para los empleados.
La crisis en el IEEA ya no pudo ser sostenible y, finalmente, el gobernador Gabino Cué Monteagudo aceptó la renuncia de Rogelio Rodríguez Ruiz, mientras se ordenó la regularización de pagos de los trabajadores.
Lo que no se sabe es si la Secretaría de la Contraloría del Estado, esa que dirige la panista Perla Marisela Woolrich Fernández, iniciará alguna investigación en contra del ahora ex funcionario, o le extenderá su carta de no adeudo y liberación de cualquier deuda.
En un boletín dado a conocer con la noticia de su despido del IEEA, Rodríguez Ruiz emitió dos agradecimientos: uno para el gobernador Cué Monteagudo, de quien se dice “eternamente agradecido” por haberle dado trabajo.
A punto del cinismo, el ex funcionario apunta en su carta de despedida: “Estoy eternamente agradecido con el Gobernador al conferirme la confianza y el privilegio de formar parte del primer gobierno democrático y de justicia social en Oaxaca, los mejores años para el Estado se están dando y los resultados son tangibles” (sic).
Y otro para su mentor extinto, por el que anuncia que “continuará apoyando a nuestro gobierno y a nuestra sociedad con los ideales que siempre caracterizaron a grandes amigos como Guillermo Zavaleta Rojas”.
Acompaña al boletín una fotografía en la que se ve a un Rogelio Rodríguez sonriente, satisfecho de sus logros, acompañado del subsecretario de la Secretaría General de Gobierno, Fausto Díaz Montes, y al nuevo titular del IEEA: José Manuel Bermúdez Hernández.