OAXACA, OAX., octubre 9.- Mujeres indígenas y rurales de Oaxaca son sometidas por el personal médico en las clínicas comunitarias y hospitales a tratos discriminatorios, violencia psicológica, física y verbal durante el control del embarazo y atención del parto.
Mayra Morales Aldáz, representante de la Red en Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (DDSER) en Oaxaca, señaló que la violencia obstétrica (aún no tipificada en el Estado) que las indígenas oaxaqueñas viven, va desde el regaño hasta la negativa de atención a quienes no acuden bañadas a la cita de control o a la atención del parto.
En la documentación realizada por DDSER en 2007 de 210 casos, en 70 localidades de 40 municipios se detectaron un total de 385 situaciones violatorias durante la atención del embarazo y parto relacionados con demoras, violencia verbal y emocional, maltrato físico, falta de confidencialidad, falta de información y carencia de recursos.
Morales Aldáz indicó que a pesar de que Oaxaca es un estado pluriétnico y pluricultural en los centros de salud que atienden a las mujeres de las comunidades más alejadas y marginadas, no cuentan con una persona que pueda fungir como traductor o traductora y esto deriva en desinformación para las mujeres.
La defensora de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, señaló que en las distintas visitas y monitoreos realizados en las zonas indígenas de Oaxaca han detectado que a las mujeres no las atienden porque no van bañadas a su consulta médica.
Sostuvo que a las mujeres se les critica porque llegan a su cita después de una jornada de trabajo en el campo o en la elaboración de tortillas. Negarles la atención a las mujeres por no ir bañadas confronta y se convierte en un problema de salud. El hecho que al llegar a la clínica les piden que se quiten los huaraches para no ensuciar el piso, también es una cuestión discriminatoria, señaló Morales Aldaz.
De la misma manera detectaron que las mujeres son humilladas y ofendidas cuando se quejan por los dolores de parto con frases que cuestionan su vida sexual o el número de hijos.
Un análisis realizado en 2007 por la Comisión Estatal de Arbitraje Médico del Estado de Oaxaca, refiere que las quejas de atención gineco-obstétrica ocupan los primeros lugares en relación con otras especialidades médicas.