OAXACA, OAX., octubre 16.- Debido al atentado del que fueron objeto el ex presunto guerrillero del Ejército Popular Revolucionario (EPR) y actual activista por los derechos humanos, Juan Sosa Maldonado e integrantes de su familia, del cual salieron ilesos, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) emitió una medida cautelar a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para que ponga en macha las acciones de protección necesarias.
De acuerdo con versiones de Sosa Maldonado, actual dirigente de la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecas (OPIZ), junto con su familia fue objeto de un atentado a balazos la mañana de este miércoles 16 de octubre de 2013, cuando viajaban a bordo de su vehículo y un sujeto desconocido que tripulaba una motocicleta disparó en su contra en tres ocasiones.
Alrededor de las 7:30 horas de este miércoles, cuando conducía su automóvil compacto en inmediaciones de la Colonia Volcanes, un motociclista se le acercó realizando disparos de arma de fuego, sin que le causara lesiones a él ni a los integrantes de su familia.
El organismo humanitario asignó el número de expediente DDHPO/CA/942/(01)/OAX/2013, dentro del cual solicitó se inicien las investigaciones correspondientes respecto a lo sucedido y se evalúen los riesgo a los que está expuesto Sosa Maldonado y las y los integrantes de su familia.
La Defensoría ofreció que estará pendiente de los resultados de las indagatorias para que se lleven a cabo siguiendo los principios establecidos en la Constitución federal y estatal, así como los Tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Juan Sosa Maldonado estuvo desaparecido y luego preso en 1996, acusado de ser comandante del EPR, aparecido en ese año en Oaxaca con dos ataques armados, uno en Tlaxiaco y otro en Huatulco. Recuperó su libertad por la Ley de Amnistía que emitió el gobierno estatal de José Murat Casab.
Al actual dirigente de la OPIZ se le acusó de organizar un ataque a policías en el puente Macuilxóchitl, de la carretera federal a Mitla, cuando los uniformados, todos desarmados, regresaban de descanso a la Ciudad de Oaxaca y fueron acribillados a mansalva.