OAXACA, OAX., noviembre 21.- La cocina tradicional mexicana se enfrenta al reino de las hamburguesas y la Coca Cola, de ahí la importancia de que la sociedad sume esfuerzos para salvaguardar y preservar lo que es Patrimonio de la Humanidad, afirmó Gloria López, presidenta del Conservatorio Gastronómico.

En el marco de la realización del XII Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio, la cocina tradicional mexicana también cumple su tercer año desde que la UNESCO la catálogo como “Patrimonio Intangible de la Humanidad”, único nombramiento en todo el mundo, a pesar de que otras cocinas de distintos países lucharon por conseguir este distintivo.

Y es que la cocina mexicana no es el momento en que nos sentamos a la mesa con la familia para ingerir los alimentos, sino por el contrario, se trata de un momento que se tiene que preservar; es un acto de ceremonia y ritualidad, exclamó Gloria López en entrevista.

La Presidenta del Conservatorio Gastronómico comentó que la comida es omnipresente, porque está ahí siempre en eventos de fiesta como los bautizos, las bodas e incluso hasta en la muerte.

Resaltó que la inmensa dedicación de las cocineras tradicionales concluyó en un gran logro, al reconocer la comida mexicana como un tesoro.

Indicó que sus señalamientos los hace sin discriminar a los profesionales chefs, quienes también han sabido diferenciar su trabajo; sin embargo, lo hecho por las mujeres mexicanas es algo muy valioso porque proviene desde nuestros ancestros.

Pese a lo anterior, Gloria López dijo que en la actualidad los retos a los que se enfrenta la gastronomía es al sobrepeso y a la Diabetes que padecen millones de personas como consecuencia de una mala alimentación.

Por ello, resaltó la relevancia que tiene continuar cocinando con semillas como el maíz, frijol y chile, principales ingredientes en las cocinas de las familias mexicanas.

Aclaró que las autoridades correspondientes son las encargadas de realizar las políticas públicas y generar recursos para la promoción, mientras que la sociedad tiene el mandato de preservar la comida tradicional mexicana.