OAXACA, OAX., noviembre 26.- Impunes, escudados en ser el sindicato más grande del Estado, por lo que el Gobierno no les dice ni hace nada, la directiva de la Sección 22 del SNTE emplazó a los maestros disidentes, tras la destrucción la mañana de este martes de sus oficinas: “no darán un paso atrás hasta desaparecer a la Sección 59”.
En conferencia de prensa, el secretario de Organización de la poderosa Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Francisco Villalobos, emitió un mensaje que fue una amenaza “a quienes traicionaron el movimiento magisterial”, como les denominan a los de la Sección 59.
Anunció que a partir de este martes “inició una jornada intensa de lucha que abarca la recuperación de todas las escuelas, y de esta manera poner fin a los módulos irregulares”.
Villalobos fue más allá al precisar que “el Magisterio oaxaqueño regulará la educación en la entidad” (sic), sin tomar en cuenta para ello a los gobiernos federal y estatal ni mucho menos al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Engallado, el dirigente sindical siguió amenazando. Aseguró que tras ingresar por la fuerza para quemar y destruir las oficinas centrales de la Sección 59 del SNTE, sin que el Gobierno del Estado dijera nada, “encontraron documentos del IEEPO y la SEP”, por lo que “no descartan que los gobiernos estatal y federal estén financiando ese movimiento disidente”.
Y ante lo que llamó “falta de acción” del Gobierno del Estado para devolverles las escuelas que están en manos de la disidente Sección 59, Villalobos anunció que en los próximos días “el Magisterio se movilizará y recuperará las escuelas a su manera” (sic).
Otros dirigentes de la poderosa Sección 22 aseguraron que “la Sección 59 no tienen una orden de trabajo y, por tanto, sus clases no tienen validez”, y exhortaron a los padres de familia a “cuestionar a los profesionistas disidentes sobre la preparación que tienen para dar clases”.
Villalobos reiteró que la Sección 22 mantiene su programa de “reintegración” para los maestros de la Sección 59, cuya mayoría abandonó sus filas desde 2006, durante el gobierno del priista Ulises Ruiz Ortiz, y otros posteriormente.
