OAXACA, OAX., diciembre 2.- El diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Sergio López Sánchez, pidió al mandatario estatal, Gabino Cué Monteagudo, replantear la ruta de la alternancia en Oaxaca para acelerar la transición política, porque alternancia tiene tres grandes pendientes: consolidar la reforma del Estado; construir las bases del despegue económico y una perspectiva del desarrollo regional a largo plazo.

Aun cuando reconoció que las cifras económicas resultan alentadoras en el primer trienio de Cué Monteagudo, dijo que no resultan suficientes para el reto que representa remontar los rezagos históricos del Estado, y sin duda, remozar las instituciones del régimen hegemónico que prevaleció durante varias décadas, a la diversidad democrática que se está tratando de construir.

“Los tiempos que hoy vivimos exigen respuestas rápidas y una construcción vertiginosa de una nueva realidad institucional. No podemos darnos el lujo de ir a la zaga o abandonarnos a la inercia de administrar el statu quo”, alertó López Sánchez.

De acuerdo a legislador del Sol Azteca, mientras un amplio sector de la población permanezca al margen de derechos elementales como la salud y la educación, no habrá vida democrática exitosa.

Bajo esa perspectiva, dijo que en la esencia del proyecto político de transición que encabeza Cué Monteagudo debe privilegiarse el desarrollo social.

Y es que dijo que la alternancia tiene tres grandes pendientes: El primero, consolidar la reforma del Estado, que consiste en la inaplazable tarea de: dotar al poder de reglas democráticas para su ejercicio.

“Esta demanda se explica en gran parte a la lección que nos dejó el movimiento social de 2006 en el Estado de Oaxaca y que al igual que el movimiento estudiantil de 1968, hizo evidente la exigencia de: limitar el ejercicio discrecional del poder, haciendo que los ciudadanos participen directamente en las decisiones que les incumben”, apuntó.

El segundo, construir las bases del despegue económico de Oaxaca, teniendo como punto de partida: rescatar el papel promotor del Estado en el desarrollo, la participación conjunta de la inversión pública y privada y la perspectiva del desarrollo regional con visión de largo plazo. Y el tercero, propugnar para que el cambio político y económico se traduzca en bienestar social, cerró.