OAXACA, OAX., marzo 24.- “No soy propiedad de nadie”, expresó Héctor Anuar Mafud Mafud, luego de recibir este lunes la constancia de mayoría que lo acredita como el nuevo presidente estatal del PRI en Oaxaca para el periodo 2014-2018.
Afirmó que se debe a su partido tras formarse 16 años en él, desempeñando trabajos que todo militante hace y debe hacer, desde perifonear y volantear en las colonias hasta ser representante de casilla, cargos que aparentemente son sencillos, pero que sin ellos ningún partido sobrevive.
En entrevista colectiva en la sede del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Oaxaca, Mafud Mafud afirmó que volverán a la nueva estructura del PRI los que se fueron por problemas de carácter electoral.
“Yo no les llamo ni muratistas, ni ulisistas, ni evielistas, no, de priistas aquí hemos tenido la costumbre de etiquetar a las personas; por ahí dicen que soy de mengano, que soy de fulano, pero yo no soy propiedad de nadie”, dijo.
También informó que algunos de los personajes que acudieron ayer (sábado) a la sede estatal del partido tricolor para presenciar su registro como candidato a dirigir los destinos de su instituto político, formarán parte de la nueva dirigencia estatal.
Y a pesar de no mencionar los nombres de su equipo de trabajo, declaró que con su llegada por segunda ocasión a la dirección estatal del PRI, éste volverá a tener rumbo, por lo que no descarta buscar la fuerza de las organizaciones sociales.
La llegada de Héctor Anuar Mafud Mafud no garantiza que en el 2016 el candidato del PRI al Gobierno del Oaxaca gane la elección. “Muchos piensan que por estar junto a mí todos los días Joaquín Rodríguez es un trabajo que se hace para Héctor Pablo Ramírez Puga, otros porque me ven tomando café con Eviel piensan que es un trabajo para Eviel, pero eso no se resuelve tomando café o lo que diga uno y otro”, sostuvo.
Aclaró que ese tipo de decisiones obedece a otros factores, y para ello la primera prueba a superar serán las elecciones federales del 2015, pues de no ganarse dicho proceso electoral, la gubernatura de Oaxaca en el 2016 puede estar perdida, reconoció.
También admitió que parte de la militancia está divida, en otros casos confrontada, aunque negó conocer el grado de desorden que existe en el instituto político que dirigirá a partir de ahora; lo que sí aseguró es que ningún personaje que llegue al PRI de Oaxaca antepondrá sus intereses peersonales a los del partido.