SANTO DOMINGO TOMALTEPEC, Oaxaca., abril 7.- En Santo Domingo Tomaltepec sobreviven cerca de 120 productores que elaboran el pan de yema, mientras que los creadores de bolsas y carteras de piel (talabartería) apenas hay diez.
De acuerdo con el regidor de Educación de ese municipio, Feliz García Canseco, el producto de origen chino, la falta de recursos económicos y la carente materia prima (piel) son las principales causas de que el cincuenta por ciento de los productores de talabartería hayan emigrado a los Estado Unidos para buscar mejores ingresos y vender allá parte de sus artesanías que fabrican con sus propias manos.
Aunado a ello, los fabricantes de la talabartería tienen que acudir a la ciudad de Toluca, Estado de México, cada determinado tiempo para abastecerse de la materia prima para elaborar las carteras, cinturones y bolsas.
El decímetro de piel se vende a dos pesos y por lo menos para la elaboración de una bolsa de mano pueden gastar cerca de 80 pesos más la mano de obra, por lo que al final el producto se termina vendiendo hasta en 200 pesos.
“Es trabajoso y caro, la economía está muy mal, el dinero ya no alcanza sin embargo, en nuestra comunidad la elaboración del pan de yema y la talabartería son las principales actividades de los habitantes que apenas les permite obtener un ingreso”, destacó el regidor.
Reportan bajas ventas
El Regidor de Educación contó que la producción de la talabartería ha decaído considerablemente, por lo que desde hace cuatro años el Ayuntamiento municipal organiza la Expo Feria del Pan y de la Talabartería.
“Recuerdo cuando era niño, mi papá me llevaba a curtir la piel para después comenzar a trabajarla para realizar nuestros productos, ahora ya es distinto la actividad se está extinguiendo y es preocupante porque las familias aparte de dedicarse a ello también trabajan la tierra, somos campesinos y la actividad tampoco deja buenos ingresos”.
El funcionario municipal indicó que con la llegada de las imitaciones y falsificaciones chinas a esa localidad ha provocado la venta desleal, por lo que los productores prefieren retirarse, emigrar y dedicarse a otras actividades.
Dijo que es preocupante y lastimoso que una actividad de años atrás se esté extinguiendo y peor aún que las futuras generaciones crezcan sin saber a qué se dedicaron sus ancestros.
Las pieles con las que se elaboran las carteras, los bolsos, agendas y monederos son de cabra, res y borrego, por lo que debido a la falta de herramientas para poder obtener la materia prima, los productores deben comprarla en Toluca a un precio elevado.
Cuecen el pan en horno de leña
Félix García detalló que los productores del pan de yema se aferran a utilizar los hornos de leña, porque ahí se conserva el aroma y el pan sabe más rico con un chocolate.
“La cocción del pan en hornos de gas repercute en el incremento del costo del pan, aparte no sabe rico, por eso los productores prefieren elaborarlo en hornos de leña”, comentó.
Por otro lado el notorio incremento de los insumos como el huevo y la harina, han hecho que los panaderos tengan que tomar medidas más recias para ofrecer su pan a un elevado precio lo que tiene como consecuencia que ellos no logren venderlo al cien por ciento.
¡Lleve su pan de yema!
Mientras eso sucede, hay algunos panaderos como doña Jacinta González, que no pierden el ánimo y que continúan elaborando el pan de yema en sus distintas presentaciones.
Para doña Jacinta –quien tiene más de 35 años dedicándose a ese oficio de la panadería- las actividades culturales que se desarrollan en esa comunidad repercuten significativamente para atraer el turismo nacional y extranjero.
No todo es malo, asegura sin titubeos, el chiste el buscarle, agrega.
“La gente no ha entendido que en las comunidades que se encuentran alejadas de Oaxaca también puede encontrar cosas maravillosas, como nuestro arte en piel o el pan que elaboramos con tanto amor”, dice animada.
Jacinta González explicó que en la Cuarta Expo Feria del Pan y la Talabartería las mujeres y hombres que se dedican a esa actividad presumen sin envidias sus panes más ricos que se hayan probado.
Los hay de yema, el resobado, el de grageas, el de conejo y el de mantequilla, todos exquisitos y con una sazón sin igual.
El Catalán, la bebida de los ancestros
La bebida de los ancestros, mejor conocida como Catalán, es fabricada con anís y alcohol de caña.
Félix García Canseco indicó que la diferencia y el sabor sin igual están en un producto agregado, es decir, unas esencias que se le aportan para que la bebida conquiste el paladar de aquellos que la prueban por primera vez.
El catalán durante el proceso de elaboración debe ser fermentando en un par de días, a ciencia cierta nadie ajeno a la comunidad sabe cuánto tiempo, es un secreto que todos se han llevado a la tumba.
La bebida se expende en eventos como las mayordomías, bodas, bautizos, actos religiosos e incluso algunos lo toman para curar algún malestar como dolor de estómago.
“Dicen que el que lo toma por primera vez lo emborracha, y ha sucedido, lo toman como su fuera agua fresca por su sabor dulce, pero cuando pega lo hace bonito”, dice Félix.
La venta de la bebida es muy accesible, el cuarto y medio litro oscilan entre los 30 y 60 pesos, según se requiera.
Microempresas que desaparecieron
La producción del pan, de la gastronomía y de la bebida Catalán en un tiempo dio paso a que las familias crearan sus propias microempresas, sin embargo con la economía tan escasa que ha golpeado los hogares, las familias decidieron bajar las cortinas de sus negocios y optaron por trabajar en otro oficio.
“Sin el apoyo de los gobiernos no sale nada, creo que no somos el único municipio que vive bajo la zozobra, la pobreza nos lastima”, dijo.
En la actualidad, las familias sobreviven gracias a que sus hijos les mandan dinero desde los Estados Unidos de América o de otras ciudades de la República.
La falta de dinero los ha obligado a separarse para buscar nuevas opciones de vida.