OAXACA, OAX., abril 10.- “Nosotros no golpeamos a los policías, fueron los que quemaron las llantas, quienes se encontraban protestando en la entrada principal de Ciudad Administrativa”.
Así respondieron desde la rejilla de prácticas del Juzgado Sexto de lo Penal los nueve pobladores de San Juan Guivini, acusados de los delitos de “intento de homicidio, lesiones y daños” en agravio de Vicente Cruz Morgan y en perjuicio de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado.
También se quejan: “Los policías nos agarraron y golpearon brutalmente porque supuestamente nosotros no queríamos dejar salir a las personas y lesionamos a un policía, pero las cosas no fueron así. Estamos detenidos injustamente”.
Los nueve pobladores fueron detenidos el lunes pasado frente a Ciudad Administrativa, en el municipio conurbano de Tlalixtac de Cabrera, donde sostuvieron un enfrentamiento con elementos de la Policía Preventiva y lesionaron a seis de ellos, así como a una reportera gráfica.
Detrás de la rejilla, uno a uno, insistieron: “nosotros no nos enfrentamos con la policía. Cuando llegó el grupo antimotines nosotros nos encontrábamos cuidando las puertas laterales…”.
Y acusaron: “Fueron los manifestantes de una manta color amarillo, quienes prendieron unas llantas y al ver que llegaron los granaderos se bajaron a la calle para enfrentarlos”.
“Yo me fui a ver a unas niñas, que son menores de edad, que se encontraban en la puerta, sólo para decirles que si los policías les pegaban que se quitaran del lugar, pero al sentir que aventaron los petardos de gas, con sus escudos empezaron a empujarnos y con palos los integrantes de Atzompa les pegaron a los policías.
“En la revuelta fuimos detenidos y golpeados. Perdí mis zapatos cuando fui detenido. Íbamos detenidos ocho de San Juan Guivini en una camioneta de la policía. También iba uno de Atzompa, quien les dijo: yo no soy de esa población. Miren mi credencia. Fue entonces que detuvieron la patrulla y dejaron ir al detenido, quien sí había participado en el desalojo.
“Pero al seguir en la camioneta, ellos manejaban a una velocidad fuerte, al pasar un tope en un semáforo, un policía le pegó a la batea gritándole: hey, hey, párate, se cayeron unos escudos, párate, los vamos a levantar. Fue que un elemento se bajó y al ver que estaban rotos los escudos dijo: bueno, ni modos, le tendremos que echar la culpa a estos cuates que ellos los rompieron.
“Nos traían amontonados. La camioneta siguió su marcha. Yo creo que hay una cámara en ese semáforo, donde se puede ver cómo ellos tiraron los escudos en su loca carrera, a una de las compañeras y un compañero que es de edad avanzada le lastimaron el estómago con los toletes. Le iban pegando. A ellos los soltaron en su cuartel porque la mujer de nombre Macrina, estaba embarazada y a otros más dejaron libres.
“Esperemos que nos dejen ir libres, porque nosotros no hicimos nada. Sólo veníamos a pedirle al gobierno lo que nos corresponde”.
Los nueve hombres de San Juan Guivini quedaron detenidos en la Penitenciaría Central de Santa María Ixcotel, mientras su abogado pidió una ampliación del término constitucional para aportar pruebas que demuestren su inocencia.
Posteriormente, el Juez Sexto de lo Penal dictaminará si les decreta auto de formal prisión o los deja en libertad.