Aunque el PRD había proclamado que la iniciativa de Enrique Peña Nieto en materia de telecomunicaciones y radiodifusión era anticonstitucional, sus senadores negociaron con el gobierno federal y se declararon “listos” para discutir y aprobar el paquete en estos días. Contra su afirmación de que obtuvieron algunos “avances”, el panista Javier Corral los acusó de haber negociado “en lo oscurito” a cambio de “migajas”. Sobre el documento resultante, Avances y pendientes (obtenido por Proceso), Corral observa que mantiene en manos de Gobernación la administración de los tiempos del Estado, y en cuanto al tema de preponderancia, “lo deja casi igualito al dictamen de Lozano”
MÉXICO, D.F., (Proceso).– Sorpresivamente, la bancada del PRD en el Senado de la República hizo público el hecho de que durante 10 días encabezó una negociación con el gobierno federal y con el PRI para avanzar en la iniciativa presidencial de la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, después de que el mismo partido del sol azteca había calificado de anticonstitucional el proyecto de Peña Nieto.
Inclusive, había frenado el intento de acelerar la aprobación de un “predictamen” que presentó el senador panista Javier Lozano el 22 de abril, durante una atropellada reunión de comisiones unidas.
El coordinador de la bancada senatorial del PRD, Miguel Barbosa, anunció el domingo 1 de junio que ya estaban listos para convocar a un periodo extraordinario en la primera quincena del mes que se iniciaba con el fin de aprobar la ley secundaria en la materia, y reveló que se habían logrado avances sustanciales en la negociación con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y con la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, sobre todo en derechos de audiencias, eliminación de la censura en internet y contenidos.
La declaración de Barbosa generó desconcierto entre organizaciones y especialistas cercanos al PRD, silencio de los coordinadores del PRI y del PAN, anuencia del panista Javier Lozano y una dura crítica del también panista Javier Corral, quien acusó al PRD de negociar “en lo oscurito” con el gobierno federal y de aceptar “migajas” en derechos de audiencias, medios sociales y funciones del Instituto Federal de Telecomunicaciones, sin avances en temas fundamentales, como preponderancia y medidas de fomento a la competencia, propiedad cruzada, multiprogramación y retransmisión.
“Me sorprendió saber que el PRD está sentado con el gobierno negociando la reforma de telecomunicaciones. Decir que el PRD está listo para un periodo extraordinario me parece un signo muy preocupante, pues el PRD se ha estado oponiendo a que la reforma petrolera sea tratada junto al Mundial de Futbol”, expresó Corral el 3 de junio.
El legislador recordó que en la integración del Frente por la Comunicación Democrática, a la que convocaron él y el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, participan senadores perredistas, como Manuel Camacho, Alejandro Encinas, Mario Delgado y Dolores Padierna. Pues bien, Camacho y Encinas, al igual que el senador Zoe Robledo, participaron en las negociaciones con el gobierno federal.
El revire del coordinador del PRD en el Senado fue inmediato. En conferencia de prensa el 4 de junio, Miguel Barbosa negó que se hubiera negociado “en lo oscurito” o que existiera alguna trampa en lo que se ha discutido con el Ejecutivo.
“En el PRD no vamos a bailar al son que nos toque el gobierno. No nos van a llevar al baile ni saldremos bailados. Nosotros ponemos la música”, sentenció Barbosa, y añadió que su partido estaba “desmontando” el acuerdo que tuvieron antes el PRI y el PAN cuando, en abril pasado, Javier Lozano, presidente de la Comisión de Comunicaciones, trató de precipitar la aprobación del documento que propuso como predictamen.
En entrevista con Proceso, Barbosa acusó al PAN de “encapsular” las negociaciones con el PRI y el gobierno federal a través de Lozano. El senador poblano negó que éste sea un error similar al voto del PRD en la reforma fiscal, porque, aseguró, “nosotros no hemos comprometido el sentido de nuestro voto, hasta que se responda a nuestras demandas”.
A su vez, el senador Zoé Robledo enunció el “decálogo” de los avances más importantes en las negociaciones con el gobierno federal, y Alejandro Encinas, participante también en las pláticas, negó que el PRD tratara de empalmar la discusión de las telecomunicaciones con la reforma energética.
“Esto no es una catafixia. Allá los que quieran hacer negociaciones con chantajes”, sentenció.
Alejandra Barrales, senadora perredista y presidenta de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, no intervino en los tratos de su partido con el gobierno federal. Sin embargo, adelantó que el lunes próximo harán una “nueva ruta de trabajo” dentro de esta comisión, que incluye consultas y diversos foros.
Barrales quedó desdibujada en la representación de su partido. Inclusive, versiones en el Senado señalan que Javier Lozano, su homólogo panista en la Comisión de Comunicaciones, señaló al gobierno federal que el predictamen de la iniciativa de Peña Nieto no pudo avanzar a finales de abril porque “Barrales no cumplió” con el acuerdo.
El jueves 5, el coordinador del PRI en la misma cámara, Emilio Gamboa Patrón, respaldó el anuncio de Barbosa para convocar a un periodo extraordinario que aborde el tema de telecomunicaciones en 10 o 12 días, y deslizó una advertencia: “Acuérdense de que nosotros, con 65 votos, podemos sacar estas reformas; el PRI y el Partido Verde tenemos 61; necesitamos cuatro votos más, pero buscamos los consensos; por eso no hemos aprobado esto”.
Gamboa Patrón, identificado como gestor y defensor de los intereses de las grandes corporaciones mediáticas, expuso que “los cuatro grupos más importantes del Senado ya estamos casi de acuerdo. Hay cosas muy pequeñitas para sacar adelante esta reforma”.
Cuauhtémoc Cárdenas, quien convocó con Corral a un frente ciudadano y busca la dirigencia nacional del PRD, opinó que las concertaciones del PRD “son discusiones normales entre los grupos parlamentarios. Se está tratando de echar abajo una propuesta, una iniciativa de ley secundaria que va totalmente en contra de lo que establece la Constitución.
“Lo único que está haciendo hoy la fracción del PRD en el Senado es buscar que la legislación reglamentaria sea congruente con la reforma constitucional”, justificó Cárdenas.
AVANCES INCOMPLETOS
La versión final de los acuerdos entre el PRD y el gobierno federal aún se desconoce, pero según el documento Avances y pendientes de los senadores de ese partido, cuya copia tiene Proceso, se lograron modificaciones en temas como preponderancia, fortalecimiento del IFT, derechos de audiencias y de los usuarios, interconexión, accesibilidad a personas con discapacidad, concesiones de uso social, colaboración con la justicia, neutralidad de las redes, programación y producción nacional independiente y sistema público de radiodifusión.
Sin embargo, el propio balance del PRD admite que hay pendientes importantes en los aspectos más conflictivos, como los siguientes:
–En “preponderancia”, se respeta el texto de la reforma constitucional, pero está pendiente “garantizar que las medidas sean suficientes, sobre todo las de telecomunicaciones, en particular la dominancia en el servicio de televisión restringida”, donde Televisa tiene más de 50% del mercado.
–En fortalecimiento del IFT, se recuperan funciones del organismo autónomo, pero aún “se deben eliminar las facultades sancionadoras de la Secretaría de Gobernación” en materia de programación y publicidad pautada para público infantil.
–En derechos de audiencias, es un avance la disposición de que el IFT promulgue lineamientos sobre códigos de ética, aunque falta “un órgano garante independiente y sin injerencia de los medios”, así como “un catálogo más amplio de derechos”.
–En materia de concesiones de uso social e indígena, se ha establecido una “regulación específica”, mas no se ha conseguido reservar el 20% del espectro radioeléctrico para tales medios ni se han definido los mecanismos de autofinanciamiento.
–El rubro de internet también presenta avances insuficientes. El PRD expone que es preciso suprimir una medida de bloqueo de señales en el segundo párrafo de la fracción VII del artículo 90, amén de “eliminar el artículo 146, ya que por interpretación se podría permitir a los proveedores cobrar por servicios que presten terceros” en materia de neutralidad de la red.
–En interconexión, el PRD informa que pudo establecer un plazo de 90 días para resolver los conflictos entre empresas de telecomunicaciones, mas considera que este plazo debe reducirse a 60 días.
–En derechos de los usuarios de telecomunicaciones, los negociadores perredistas aseveran que fue conformado un catálogo y que se asentó la obligación de colaboración entre el IFT y la Profeco con el fin de que “se den vista mutuamente de violaciones sistemáticas y recurrentes y realicen acciones para la protección o restitución de los derechos de los usuarios”.
El documento de balance del PRD únicamente califica como completamente atendido el tema de nuevos competidores en materia de operadores virtuales de telecomunicaciones. Se permitirá que las comercializadoras puedan adquirir más de una red pública.
LAS CRÍTICAS DEL PANISTA JAVIER CORRAL
El senador panista Javier Corral planteó que los mencionados “no son asuntos importantes”, y denunció que existe una regresión en el artículo 9° transitorio, que le aumenta la llamada “cláusula Cablecom” a Televisa.
Explicó: “Le quitaron un párrafo al artículo 226 y lo mandaron a un transitorio que le autoriza a Televisa seguir comprando lo que quiera de telecomunicaciones mediante la figura de concentraciones.
“Es un galimatías lo que están planteando, con todo el propósito de generar una excepción a la concentración”, destacó.
Además, desde su punto de vista constituye “un escándalo” la modificación al cuarto párrafo del artículo 268 de la iniciativa y la redacción del nuevo 9° transitorio del decreto.
“El primer caso es contrario a la Constitución. El artículo 28 de la Constitución regula la hipótesis de la desinversión como una medida aplicable a todos los concesionarios, no sólo los preponderantes. El artículo 8° transitorio de la reforma constitucional, en su fracción III, señala que las obligaciones impuestas al preponderante se extinguen por declaratoria del IFT cuando determine la existencia de condiciones de competencia efectiva; nunca podrán ser desinvertidos”, manifestó Corral a Proceso.
Y el otro caso es el del artículo 9° transitorio, que él llama “nueva cláusula Cablecom”, en referencia al proyecto de Grupo Televisa de adquirir la cuarta empresa de televisión restringida por cable.
La redacción del nuevo texto es la siguiente:
“En tanto exista un agente económico preponderante en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, con el fin de promover la competencia y desarrollar competidores viables en el largo plazo, no requerirán de la autorización del IFT las concentraciones que reúnan los siguientes requisitos:
“a) Generen una reducción sectorial del Índice de Dominancia (ID) siempre que el Índice Hirschman-Herfindahal (IHH) no se incremente en más de 200 puntos.
“b) Tengan como resultado que el agente económico cuente con un porcentaje de participación sectorial menor del 20%; y
“c) No tengan como efecto disminuir, dañar o impedir la libre competencia y concurrencia.”
Esto, prosiguió el senador Corral, “es un galimatías con todo el propósito de generar una excepción a la concentración”. De acuerdo con su análisis, la clave está en “la reducción sectorial del índice de dominancia”, ya que cualquier concentración de cualquier agente distinto de América Móvil tendría un impacto de reducción sectorial del IHH.
Por si fuera poco, en materia de contenidos hay una nueva redacción para que Gobernación siga administrando los tiempos del Estado. “¿Desde cuándo el PRD renunció a su propuesta de que el órgano autónomo los administrara?”, cuestionó Corral.
El panista sostuvo que no hay avances importantes en el tema más polémico para regular a los monopolios de radiodifusión y telecomunicaciones: la preponderancia. “No lo corrigen. Lo dejan casi igualito al dictamen de Lozano”, aseveró.
A su vez, Miguel Barbosa descartó que le suceda a su partido lo mismo que en la reforma fiscal, cuando aprobó la iniciativa del Ejecutivo federal incorporando cambios.
“Siempre hay un riesgo, pero nosotros no hemos comprometido el sentido de nuestro voto, hasta que se responda a nuestras demandas. Lo importante es que el grupo parlamentario ya influyó”, expuso.
Lo que ha conseguido el PRD, continuó, es “desmontar un acuerdo que ya existía entre el PRI y el PAN”, y acusó a ambos partidos de haber “encapsulado” el proceso legislativo de telecomunicaciones, sin lograr cambios antes.