Se le fue de las manos el partido al seleccionado mexicano de futbol y al final, en menos de 5 minutos, el equipo de Holanda con un discutido penalty salió vencedor al imponerse en el marcador 2 goles contra uno.
El juego realizado este domingo por la mañana en el estadio de Fortaleza, dentro del Mundial de Futbol Brasil 2014, fue disputado por México y Holanda, quienes buscaban el pase a los cuartos de final, mismo que resultó favorable para los holandeses.
En un partido no tan espectacular ni brillante, influyó mucho la alta temperatura, por lo que tanto mexicanos como holandeses batallaron los primeros 45 minutos donde no hubo nada para nadie y el seleccionado mexicano tuvo que lamentar la salida por lesión del jugador Héctor Moreno, entrando en su lugar Diego Pérez.
Fue en el segundo tiempo, cuando el delantero Giovani Dos Santos, “El Gigio”, anotó el primer gol del partido con certero zurdazo que sacó de sus botines entre 3 defensas y tomó por sorpresa al guardameta del equipo de Holanda.
Minutos después, con el marcador favorable a México, El Gigio fue sustituido por el destacado futbolista oaxaqueño, Javier Aquino, y otro delantero, Oribe Peralta, abandonó el campo de juego entrando en su lugar, el Chícharo Hernández.
Hasta el minuto 75 del encuentro, el marcador favorecía a México, sin embargo, la presión de los holandeses era notable, iba en aumento, a como diera lugar buscaban el empate y vino una jugada donde un delantero de Holanda estuvo a punto de marcar el gol del empate que no llegó ante la oportuna intervención del portero Guillermo Ochoa, quien evitó que su meta fuera perforada.
Sin embargo, ahí estaba y era notoria la presión de los holandeses, siendo en los últimos minutos del partido, a los 42, cuando cayó el gol que empataba el partido a un tanto por bando.
Cuatro minutos después y en tiempo de compensación, el árbitro marcaba un penalty favorable al equipo de Holanda, ante una discutida falta del defensa mexicano Rafael Márquez cometida en contra de un delantero del equipo naranja.
A los 92 minutos del juego, Holanda lograba anotar el penal que finalmente ante la desilusión de la gran fanaticada mexicana presente en el estadio donde se disputó el partido, daba el boleto y el pase a los cuartos de final a la ola naranja.
El partido se le fue de las manos en cuestión de minutos al equipo mexicano, los jugadores lucharon hasta el último minuto, pero vino el desorden, la preocupación de sentirse perdidos, no cumplir sus ambiciones y deseos de llegar a los cuartos de la gran final.
México había sostenido con anterioridad en el Mundial de Brasil, tres encuentros contra los equipos representativos de Camerún, Brasil y Croacia, alcanzando un total de 7 puntos, resultado de 2 victorias y un empate y con muchas esperanzas de imponerse al equipo de Holanda.
Mas vino la desilusión, el desengaño, lo que anteriormente había sido alegría y comentarios favorables para el Tri, se convirtió en cuestión de minutos en todo lo contrario, hubo lágrimas, tristeza, lamentaciones, nuevamente el equipo nacional como en anteriores campeonatos mundiales de futbol, apenas había llegado a imponerse en los octavos de finales.
De ahí no ha podido pasar, trascender, en el cuarto encuentro contra Holanda que decidiría su pase a los cuartos de final, el equipo mexicano fue frenado, eliminado del campeonato mundial de futbol y no habrá otro remedio que conformarse, entender el nivel del fútbol nacional y continuar presenciando encuentros entre nuestros equipos de primera división profesional.
Eliminados los jugadores mexicanos del Mundial de Brasil, no les queda otra que retornar a México y habrá pretextos, lamentaciones, personajes a quienes echarles la culpa de la derrota, mas ha quedado comprobado y es aceptable mencionar que se luchó, pero no se pudo alcanzar lo que muchos deseaban en esta ocasión, llegar a los cuartos de la gran final.
Queda el consuelo de que si eliminaron del mundial a grandes equipos como el de España e Italia, entre otros, la eliminación de México no debe sorprender principalmente a los mexicanos y habrá que esperar que pasen otros 4 años, haber si para entonces se logra algo mejor en eventos de esta naturaleza.