OAXACA, OAX., julio 28.- ¡Y el cielo se tiñó de multicolor! Los fuegos artificiales iluminaron la Verde Antequera y anunciaron la culminación de la Guelaguetza 2014, a la cual asistieron más de 45 mil personas en las cuatro presentaciones. En una sola danza, se fundieron los pueblos hermanos de Oaxaca, acompañados de las y los espectadores con quienes subieron a la Rotonda de la Azucena, al compás del Jarabe del Valle.
“Oaxaca está de fiesta y agradece de corazón, porque todos somos hermanos en esta tierra del sol”, decían los versos que recitaban los participantes de esta gran fiesta. “Y arriba Oaxaca”…Unos con sombrero en mano, otros más con paliacates surcaban el aire como señal de alegría, emoción y también nostalgia por despedirse de esta noble tierra.
El Cerro del Fortín lució una vez más espectacular. En ningún momento mermó el ánimo de un público que gozoso abarrotó el lugar e hizo suyo el folklor oaxaqueño, que mostraron las 47 delegaciones presentes en este magnífico escenario.
Así inició la Octava de la fiesta más importante de América Latina
Con la bienvenida de la Diosa Centéotl 2014, Jacqueline Reyes Sarabia y las notas del Jarabe del Valle, comenzó al filo de las 17:00 horas la segunda presentación de la Octava de la Guelaguetza, en la cual, miles de familias oaxaqueñas, turistas nacionales y extranjeros, admiraron y ovacionaron la fiesta pluriétnica más grande de México y de América Latina.
El Gobernador Gabino Cué Monteagudo asistió acompañado por su homólogo de Morelos, Graco Ramírez; el Director General del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), Alejandro Murat Hinojosa; el embajador de Nigeria, Alfonso Barnuevo; la artista Rebecca de Alba, entre otros, quienes con júbilo aplaudieron los sones y danzas ejecutadas por las delegaciones participantes.
Tocó el turno de abrir plaza a la delegación de las Chinas Oaxaqueñas, quienes con la calenda convocaron a los asistentes a disfrutar de esta fiesta. Mujeres con falda multicolor que la hacían ondear al compás de la música; sobre su cabeza, sostenían canastas enfloradas. Los varones portaban con calzón de manta y ceñidor, sostenían faroles adornados con papel celofán, marmotas y monos gigantes. Al finalizar su presentación, lanzaron su gueza a los visitantes: chapulines, pan y tostadas. “Aca, aca” gritaba el público pidiendo “una probadita” de los productos elaborados en cada región.
Luego, subió al estrado la delegación de Santa María Tlahuitoltepec, presentando el Jarabe Mixe, para después agradecer la visita con la entrega de duraznos, resultado de la última cosecha del mes de julio, casi al concluir la temporada de este fruto que se cultiva en climas extremadamente fríos.
Villa de Tututepec encendió el escenario con sus sones, juegos y chilenas para luego, dar paso a la delegación de San Jerónimo Tecóatl, de la región de la Cañada, que presentó el compadrazgo tecoalteco, el cual muestra la ceremonia del bautizo, como se acostumbra en esa región, enmarcada con los sones y bailes propios de estos festejos.
“Si al cielo subir pudiera Sandunga ¡Ay mamá por dios! las estrellas te bajara, cielo de mi corazón”, ataviadas con la elegancia de su traje y desde la cuna de la inmortal Sandunga, las mujeres del Istmo iluminaron la Rotonda de la Azucena con el vestido confeccionado en terciopelo negro, bordado a mano con hilo de seda y flores de colores vivos, resplandor de encaje y jicapextle con banderas de papel picado. De este modo, las mujeres maravillaron a las turistas por la belleza de su indumentaria y elegancia del porte.
Siguió San Pablo Villa de Mitla, que presentó la boda mitleña, a través de la cual realizan una representación de un casamiento desde la “pedida de la novia” hasta que concluye la fiesta que duró – de acuerdo con la tradición- toda la noche. Luego, la gueza consistió en poleo o “hierba de borracho”, pan típico de la región y flores.
El ensordecedor chiflido al que siguió el “¡Ya llegaron los de Ejutla!, con sus jarabes y sones para que conozcan señores a Oaxaca y sus regiones. Bienvenidos a la fiesta que nos une como hermanos” así regresaron los de Ejutla, para presentar en la Rotonda de la Azucena el jarabe ejuteco.
Siguió la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, denominado “Lugar de la buena vista”, presentó los jarabes “El Borrachito” y “Los Enanos”. Este municipio enclavado en la región Mixteca, es reconocido por sus artesanías elaboradas de la palma y la talabartería. Esta delegación inundó de sentimiento el Coloso del Fortín con la Canción Mixteca, “oh tierra del sol, suspiro por verte” se escuchó corear al tiempo que los asistentes agitaban simultáneamente sus sombreros.
Uno de los momentos más esperados de la tarde, fue cuando los acordes anunciaron el inicio de la majestuosa Danza de la Pluma, la cual, en esta ocasión fue interpretada por jóvenes del municipio de San Bartolo Coyotepec. Una representación de la conquista encabezada por Moctezuma.
Y por vez primera, la delegación de San Blas Atempa, con las fiestas en San Blas subió al estrado para mostrar al mundo la belleza de sus tradiciones y cultura.
Llegó también la delegación malacatera de Santiago Jamiltepec, tierra de hermosos paisajes, “donde pa’ bailar un son, no hay ninguno que se raje y pa’ que vean que los quiero, esta chilena les traje”…así llegó la Costa, región que se hizo presente con las chilenas, donde la picardía de hombres y mujeres sonrojó a los presentes.
Luego, con la representación de la mayordomía titular de San Sebastián Tutla, llegó esta delegación que tiene un gran fervor a los santos patronos. Las mujeres portan gigantescas canastas de papel crepé y orgullosas presentan la Rendida de Culto en honor a San Sebastián Mártir, festividad que acompañan con música de viento encabezada por los señores mayordomos. Así abrieron paso a la fiesta Solteca de San Miguel Villa Sola de Vega.
“Ya se escuchan los acordes, de música sin igual, y una feria de colores, el atavío regional, que lucen bellas mujeres, de mi rincón tropical…” suena el recital del poeta Felipe Matías Velasco, lo cual enciende el ánimo del público, mientras los visitantes aplauden a un solo compás. Las cámaras fotográficas estaban listas para capturar el momento. La coreografía impecable fue ejecutada por bellas mujeres de San Felipe Usila; Soyaltepec; San Lucas Ojitlán; Jalapa de Díaz, Ixcatlán y Valle Nacional.
Santos Reyes Nopala presentó la boda chatina, que representa el enlace matrimonial en esta etnia ejecutando alegres y festivos sones como: Mi corazón es alegre, La chinita y el tradicional Jarabe del Guajolote.
Tras ello, las delegaciones se concentraron en el escenario y todos sus integrantes bailaron el Jarabe del Valle y el Son Calenda, mientras se realizaba la quema del tradicional castillo y demás juegos pirotécnicos. Así, tras una intensa lluvia de fuegos artificiales que cubrió por varios minutos el cielo, Oaxaca agradeció la presencia del turismo nacional y extranjero.