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Llega legado de Eduardo Mata con la OSD a jóvenes músicos de Oaxaca

OAXACA, OAX., agosto 31.- Los relojes no marcaban las diecisiete treinta horas de este sábado 30 de agosto y la fila apostada a un costado del teatro Macedonio Alcalá sobre la calle de Independencia, ya alcanzaba varios metros; familiares, amigos y público en general decididos a esperar lo necesario para ingresar al recinto y disfrutar del concierto de clausura de las clínicas de interpretación musical impartidas a lo largo de la semana, por maestros de la Orquesta Sinfónica de Dallas Texas (OSD), a alumnos oaxaqueños.

Al interior, los cerca de cien niñas, niños y jóvenes repasaban sus últimas lecciones, arreglaban sus partituras, colocaban sus instrumentos en el lugar asignado, se peinaban entre ellos y se decidían a buscar su lugar; todo estaba listo para dar inicio con el concierto a las dieciocho horas.

Al tanto se daba la tercera llamada, el titular de la Secretaría de las Culturas y Artes del Estado (SECULTA), Francisco Martínez Neri, dio la bienvenida a todos los presentes y mostró su reconocimiento a los jóvenes músicos oaxaqueños, quienes con su empeño y dedicación lograron hacer de este proyecto, un verdadero detonador de formación musical en la Ciudad.

Martínez Neri, agradeció también el profesionalismo y el corazón que el grupo de profesores de la OSD coordinados por Jamie Allen, ofrecieron a través de la enseñanza a los alumnos de estas clínicas.

También recordó al público asistente, que este encuentro artístico, es un legado más, dejado por Eduardo Mata, quien como director la Orquesta Sinfónica de Dallas, sembró la admiración hacia la música de Oaxaca y que ahora se replica en los jóvenes talentos de diversas escuelas de la entidad.

Las luces del escenario disminuyeron por unos momentos para dar paso a los sonidos de la Malagueña Salerosa de Elpidio Ramírez, que con la trompeta del niño Eduardo Felipe Aquino y con Laura Martínez Porras al piano, marcó el inicio de una tarde musical como pocas veces se tiene oportunidad de disfrutar en esta Ciudad.

Los sonidos revelaron a Franz Joseph Hadyn, Wolfgang Amadeus Mozart, Edvard Grieg y Jan Van Gilse, del clásico a la modernidad gracias a los instrumentos de alumnos y maestros tocando juntos, compartiendo experiencia y vivencia sobre el escenario, acompañados de aplausos del público entusiasmado de ver los resultados que proyectos como éste, de esfuerzo común entre ciudadanía e instituciones, ofrecen a la juventud del estado.

El asombro de los asistentes se marcó evidente cuando el Allegro non molto de L’invierno de Antonio Vivaldi, dio inicio con los tres movimientos de esta pieza a cargo de alumnos de la Escuela de Bellas Artes de la UABJO, bajo la dirección de Nathan Olson, la música recorría todos y cada uno de los espacios del teatro, empatando el pulso de los asistentes.

Ya casi por terminar, los profesores Aleksander Snytkin, Christine Hwang, Jeff Hood y Nathan Olson, interpretaron el primer movimiento del Cuarteto de cuerdas No. 3 de Felix Mendelssohn, y desde luego, el aplauso y reconocimiento de sus alumnos no se hizo esperar.

Jamie Allen, director de educación de la OSD, subió al escenario y se mostró sorprendido por la calidad que los jóvenes oaxaqueños demuestran en su interpretación a tan corta edad, agradeció a la SECULTA, al Consejo Nacional de la Cultura y la Artes (CONACULTA) y a todos quienes lograron la realización de este proyecto, mismo que buscarán fortalecer en un futuro para dar continuidad a esto que durante seis días se logró sembrar en los niños y jóvenes intérpretes.

Concluidas estas palabras, el también director Jamie Allen dio la indicación para que todos los jóvenes, alumnos del Centro de Educación Artística, Miguel Cabrera (CEDART), del Centro de Iniciación Musical de Oaxaca (CIMO) y de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) subieran al escenario para el gran final de este concierto.

Así, al tiempo de la enérgica indicación de la batuta de Allen, se escuchó el primer acorde del vals e himno de los oaxaqueños “Dios nunca muere” del compositor Macedonio Alcalá, con un arreglo del gran compositor mexicano Manuel Enríquez.

El público de pie y el corazón en la mano, así concluía este proyecto impulsado por el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca y promovido por un grupo de entusiastas ciudadanos como el profesor Luis Antonio Martínez Aldaco, quienes con la plena confianza en el trabajo y el esfuerzo común, materializaron un proyecto más en el desarrollo cultural musical en la entidad.

Transcurridos poco más de noventa minutos de concierto, los padres, amigos, profesores, y representantes de las instituciones participantes, no podían detenerse en felicitaciones, abrazos y fotografías, cierre de un productivo lazo cultural entre la Ciudad de Dallas, Texas y la Ciudad de Oaxaca.

 

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