A 27 años de fundar la Corriente Democrática, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano se reunió con varios de los fundadores para proponerles convocar a un Congreso Constituyente que formule una nueva Constitución.
En la casa que perteneció a su madre, Amalia Solórzano, aclaró que la convocatoria a este encuentro no fue para reproducir la Corriente Democrática, sino para formular programas y propuestas que permitan a México salir de la crisis en que se encuentra.
Ante Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Alejandro Encinas, Miguel Barbosa y Javier González Garza, entre otros, expresó que los tiempos actuales son diferentes a los que enfrentó la Corriente Democrática en su proceso fundacional.
Por ello, dijo, “no se trata de reproducir esta corriente sino de contribuir a una movilización plural para apoyar, desde nuestras diferentes trincheras, movimientos y causas legítimas y justas de la gente, y el surgimiento de propuestas que planteen soluciones de fondo a los problemas del país”.
“No se debe pensar que pretendemos deshacernos de las instituciones y de la vida institucional, ya que hay mucho que sirve por mucho que haya que arreglar”, expuso.
Por ello, “queremos una nueva Constitución que actualice y amplíe los principios de soberanía, libertades y equidad, pretendemos que regrese la vida institucional con instituciones útiles y dirigentes confiables, comprometidos con las causas del país y del pueblo”.
También son acciones urgentes exigir la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y la libertad de los voceros de la Tribu Yaqui, Mario Luna y Fernando Jiménez, señaló.
El actual comisionado para la Reforma Política del Distrito Federal, Porfirio Muñoz Ledo, expuso que México transitó de un sistema de partido hegemónico a uno de partidos incapaz de devolver al pueblo sus derechos ciudadanos.
Prueba de ello es que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) cancela a los ciudadanos su facultad inalienable de revocar las disposiciones adoptadas por los Poderes de la Unión.
Agregó que lo ocurrido a los normalistas de Ayotzinapa es un acontecimiento de extrema gravedad contra los jóvenes, que ha encontrado un repudio unánime de la sociedad y calcinado lo más íntimo de la conciencia mundial.
El renacimiento de la nación demanda un nuevo pacto social que implicaría la depuración de las prácticas y cuerpos políticos del país y la emergencia de una nueva generación en la conducción de los asuntos públicos, enfatizó.