OAXACA, OAX., noviembre 23.‒ Un día después de la jornada global de protesta por los trágicos sucesos de Ayotzinapa, Guerrero ‒en la que resaltó la congregación de “200 mil personas” en el Zócalo de la Ciudad de México‒, Paco Ignacio Taibo (PIT) II, escritor y militante del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), vino a Oaxaca a “actuar políticamente”, a decir que la gota que derramó el vaso del hartazgo social contra el gobierno de Enrique Peña Nieto fueron las seis personas asesinadas y los 43 estudiantes desaparecidos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de aquella población del municipio de Iguala.

El autor de “Pancho Villa: una biografía narrativa” estuvo aquí el pasado viernes 21, en una Biblioteca Pública Central (BPC) “Margarita Maza de Juárez” colmada de mayores de 60 años, jóvenes y uno que otro niño ‒a los primeros les expresó que le alegraba ver “una sala donde la presencia de los rucos era potente” y a los últimos les recomendó no aprenderse sus leperadas, pero sí su teoría política‒, para señalar, como respuesta a la opinión lapidaria vertida recientemente por el escritor y periodista Juan Villoro sobre que “los políticos fracasaron y, por lo tanto, ya no podemos tomarlos en cuenta”, que “hay que tener cuidado con las generalizaciones” y que, en específico, hay que atribuirle “la culpa a quien la tiene”.

En este caso, atribuirle la culpa de la situación del país al “gobierno priista, por la lógica que describí durante mi conferencia, a una herencia panista que está jugando en los mismos términos y a un PRD que se encuentra descompuesto”.

Concluyó: “pero no se vale echarle la culpa también a la acción política de Morena o de los movimientos sociales”.

La pregunta de E-Oaxaca (www.e-oaxaca.mx) fue: en su reciente visita a esta capital, el escritor Juan Villoro expuso que en México “los políticos fracasaron y que, por lo tanto, ya no podemos tomarlos en cuenta”, ¿qué opinas?

“Me parece que hace una generalización y hay que tener cuidado con ese tipo de generalizaciones. Cuando Juan realiza una interpretación así, está haciendo política, está actuando políticamente, como yo hoy; entonces, no creo que sea válido, hay que [atribuirle] la culpa a quien la tiene, y en este caso tenemos un gobierno priista con la lógica que he descrito durante toda mi conferencia, una herencia panista que está jugando en los mismos términos y un PRD que está descompuesto. Pero echarle la culpa a la acción política de Morena o de los movimientos sociales, no se vale”.

Dos escritores actuando políticamente en los últimos días en Oaxaca ‒ambos, por cierto, plumas que publican en la poderosa editorial transnacional Planeta‒, quién lo iba a pensar: uno, PIT II, abiertamente militante de Morena, y el otro, Juan Villoro, sin ser, definirse o declararse afín a algún partido político.

¿Conferencia o mitinzote?

Al frente del templete en el que el único orador fue PIT II, a quien acompañaron sentados entre la audiencia prácticamente durante todo el recorrido de alrededor de dos horas y media de conferencia, los moneros Eduardo del Río “Rius” y Rafael Barajas “El Fisgón”, el espacio estuvo reservado para invitados de Morena y representantes de diversas organizaciones y pueblos, según informó Rubén Mújica Vélez ‒integrante de las asociaciones “La Cascada” y Formación Política Oaxaca, afines a Morena‒, entre ellos: gente de El Trapiche, Zimatlán de Álvarez; comuneros de Cuilápam de Guerrero; y ciudadanos de Huayapam y Tepelmeme, así como empleados estatales e integrantes de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos.

Por momentos, se comentaba entre los reporteros, la conferencia parecía convertirse en un acto partidista.

Pero con ese su estilo desmadrosón, emotivo, entusiasta, salpicado de groserías puestas en su momento y lugar exactos, al tiempo de efectuar una exposición lúcida de sus argumentos, sin evadir su militancia partidista, PIT II le daba su debida dimensión a la conferencia.

Eso sin olvidar el papel que juega en sus charlas su conocido sentido del humor: “¿Hacer la revolución? Ya no puede uno dar una conferencia decente en este país, que no se vuelva mitinzote, ni aunque me contrate Walt Disney”.

De hecho, PIT II le dio ese matiz a su charla desde el principio, cuando de inmediato arremetió: me da gusto ver que siempre, no sé por qué, se llena a donde me presento en Oaxaca, pero “no estamos todos: faltan 43”.

‒Vivos se los llevaron, vivos los queremos‒ corearon la consigna los presentes.

Autor de “Ernesto Guevara, también conocido como el Che”, PIT II dividió su plática en dos temas: uno, “qué no nos gusta y qué nos gusta de la Revolución mexicana; y dos, por qué no nos gusta este pinche gobierno” [el de Peña Nieto].

En la primera parte reivindicó la obra y figura de Pancho Villa, Emiliano Zapata, Ricardo Flores Magón e incluso Benito Juárez, dado “los esfuerzos de gobiernos e instituciones por enducolorar y quitarle hierro a la historia nacional”.

En particular, a Villa lo caracterizó como un “hombre de gran responsabilidad social y como ejemplo de probidad republicana”.

Luego, tras comentar que venía de la “manifestación más grande de mi vida ‒la de la Ciudad de México del 20 de noviembre‒, no obstante que han metido el miedo para inhibir la movilización”, abiertamente, PIT II aprovechó la ocasión para meterle candela a Juan y Abraham.

Primero indicó que, a través de un “fraude electoral de cinco millones de votos, el PRI no sólo regresó al poder sino también al saqueo a la nación con un programa diabólico basado en una serie de reformas neoliberales que están cañonas”.

Un “proyecto amalgamado con otro de corte autoritario, porque no son democráticos y le tienen miedo a los ciudadanos”.

El gobierno de Peña Nieto, dijo, le declaró la guerra a unos estudiantes pobrísimos de una Escuela Normal Rural y eso fue la gota que derramó el vaso, y hoy más que cualquier otra vez “está a la defensiva y más débil que nunca, entre otras cosas, por las repercusiones que ha habido a nivel internacional”.

Respecto al PRD, afirmó que “si alguna vez fue un partido de izquierda, hoy lo es del fondo a la derecha, donde usualmente están los retretes”.

Y, en un sentido de autocrítica, sostuvo que Morena “no ha sido capaz de convertirse en un partido que vincule la movilización social y se ponga al servicio de ella”.

El escritor prácticamente descartó la vía armada como alternativa de lucha social: es un tema “extremadamente delicado”, indicó, porque, además que normalmente “nosotros ponemos los muertos, pienso que más de uno estaría contento de que se polarizara la situación”.

Aunque, también, expuso que no cree que el gobierno opte por la acción represiva, debido a que quizá ha aprendido de la historia y sabe que muy probablemente aquella provocaría una mayor movilización social.

En este sentido, sostuvo que el gobierno trae una “política rara de provocaciones” que estaría encaminada “a asustar para inhibir la participación social de los sectores medios, los más tímidos”.

Como opción, PIT II planteó la desobediencia civil y la organización y movilización social, así como la construcción de una huelga general de veras.