OAXACA, OAX, diciembre 10.‒”Mucho daño” sufren los caficultores del municipio de Pluma Hidalgo en particular y de Oaxaca en general por el coyotaje de los intermediarios, el impacto de la presencia en el mercado de los grandes países del ramo: Colombia, Brasil y Vietnam; fenómenos meteorológicos como el huracán Paulina, y no sólo por su paso sino también por los minerales y la salinidad que dejó en lo suelos; la roya del cafeto, entre otras plagas; y el desinterés de las autoridades locales durante alrededor de diez años, en el caso de aquella demarcación, por impulsar proyectos que realmente beneficien a los productores.
También la falta de apoyos gubernamentales federales o, en todo caso, existencia de algunos de la Sagarpa que son irrisorios: de mil 200 pesos al año por productor, cuando que para levantar una hectárea y sacar una excelente producción se requieren entre 20 mil y 30 mil; la ausencia de la comercialización directa del grano por parte de los caficultores, y los esfuerzos fallidos durante casi 15 años por obtener la denominación de origen del café Pluma Hidalgo.
Así describe el panorama el presidente municipal del mencionado ayuntamiento, Jaime Martínez Ayala, al informar sobre la realización del Cafestival Café Pluma Hidalgo 2014, el cual será efectuado en la explanada central de esa población del 26 al 28 de diciembre.
Y agrega: el cultivo de café ha “mermado muchísimo”, los más afectados son los pequeños productores, quienes de sembrar diez hectáreas han bajado a dos o una, mientras que los grandes redujeron de 200 a 50; la “situación es crítica”, la migración a diversas ciudades del país y Estados Unidos ha crecido demasiado, existen fincas y ranchos abandonados, sus cafetales los ha cubierto la selva.
Ante la situación, el Cafestival de marras busca impulsar estrategias para que los caficultores acopien y comercialicen directamente su producto y más.
A través de la empresa Sociedad Integradora para el Desarrollo Sustentable del Café Pluma de Origen, la cual congrega como socios a la mayoría de pequeños productores de dicho municipio, y con un apoyo económico inicial del gobierno del Estado de tres millones de pesos del Fondo Oaxaca, explica Martínez Ayala, se pretende “rescatar el origen de nuestro grano, registrar una marca colectiva que nos identifique como municipio, incursionar en el mercado de especialidad, la construcción de una planta agroindustrial propia que nos permita procesar el producto y darle su debido valor agregado, e incluso, por qué no, pensar en crear una red de franquicias bajo la denominación de café Pluma Hidalgo”.
Ante el “proceso muy viciado y con muchos intereses ajenos al municipio” que ha impedido durante casi 15 años que se obtenga la denominación de origen respectiva, por mientras se pretende obtener un “certificado de calidad” que identifique a la región.
La idea es “potencializar en el renglón al municipio, primero, y después pensar en un gran proyecto de Pluma Hidalgo como región”, el cual integraría a seis o siete ayuntamientos.
‒Transnacionales como Starbucks o franquicias como Italian Coffe, ¿compran café en Pluma Hidalgo?‒pregunta E-Oaxaca (www.e-oaxaca.mx).
‒Quizá no directamente, pero sí a través de intermediarios. Estos se han vuelto como una plaga; el mayor daño que sufren los productores es el del coyotaje. Por un quintal de café pergamino ‒un saco de 46 kilos‒, el productor recibe de mil 800 a 2 mil pesos, pero tostado y molido sube su precio a 4 mil 500 y si nos vamos más allá, un quintal reditúa 60 mil. Ahí es donde se ve la enorme diferencia que hay entre el productor y el comercializador final.
“Por eso nuestra empresa busca también eliminar al intermediario, al coyotaje, y comercializar directamente”.
Porque además, explica Jaime Martínez, “tal vez Starbucks e Italian Coffe vendan café Pluma, pero no lo obtienen directamente del caficultor sino de empresas locales que acopian la producción de toda la región y la comercializan bajo tal denominación, pero la mayoría de las veces lo que hacen es utilizar nuestro café ‒que es de baja producción, excelente calidad, orgánico y, por lo tanto, preserva el medio ambiente‒ para mezclarlo con otros granos y obtener un producto aceptable en el mercado”.