OAXACA, OAX., diciembre 16.‒Una situación tan lamentable e ilógica sólo puede suceder en México, porque en Francia e Inglaterra a los pequeños productores de vino o whisky se les reconoce, premia y protege: aquí a los verdaderos mezcaleros no sólo no se les dan palabras de aliento sino se les persigue, porque, como mal dice el Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (Comercam), son “ilegales”, expone Félix Hernández Monterrosa, integrante de la asociación civil “Maestros del Mezcal”.

Durante el Primer Encuentro Estatal de Maestros del Mezcal, realizado los días 12 y 13 de diciembre en las inmediaciones del jardín “El Pañuelito”, el también representante de la mezcalería Cuish plantea en entrevista una situación por demás absurda en la que las ganonas serían un puñado de marcas industriales y los perdedores los de siempre: los mezcaleros que producen la bebida que todos están comercializando para bien o para mal.

Es un panorama que se suma a problemáticas presentes y futuras: la quizá irremediable carencia que habrá de magueyes y, por lo mismo, de mezcal; el peligro de extinción en el que se encuentran especies silvestres de agave; el oportunismo de charlatanes y aventureros que van a los pueblos productores, compran la bebida ancestral a un costo irrisorio, le ponen marca y la venden a precios muy elevados en las grandes ciudades; la existencia de lo que puede prevalecer en un futuro, los mezcales “marranilla”…

Cuidado con los “marranillas”

Entre sus estrategias de protesta reciente, la asociación civil mencionada tiró en la calle 200 litros del llamado mezcal “marranilla”, es decir, el adulterado, el corrompido.

Ese término bien podría extenderse y aplicarse, se comenta jocosamente entre los veteranos reporteros de la fuente de información general que asisten al encuentro de marras, a varios escenarios y actores que ahora pululan en la vorágine de la moda o el boom del mezcal, amén que señalan, en esa jerga propia de la rumorología periodística, que equis es gente de Manuel García Corpus ‒delegado de la SAGARPA en Oaxaca‒ y que el funcionario tal nada más está llevando agua a su molino.

Más ahora que ha empezado la danza de los dineros por el mezcal, pues en días recientes la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico (STyDE) anunció “dos proyectos por un monto cercano a los 30 millones de pesos” para dotar del equipo respectivo a productores mezcaleros ‒240 empresas, en específico‒ de las regiones de Valles Centrales y Sierra Sur, con los objetivos de elevar la competitividad de la industria, mejorar y fortalecer la infraestructura de palenques e incrementar la cultura empresarial a través de la capacitación especializada.

Y, por otro lado, la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedesoh), encabezada por Alejandro López Jarquín, presente en dicho encuentro, informó que en 2014 aplicó un millón 400 mil pesos para la rehabilitación con pisos firmes de palenques de 314 productores integrados en nueve cooperativas de la asociación civil “Maestros del Mezcal”, y que en 2015, aquel organismo público contempla un presupuesto de alrededor de tres millones de pesos para una segunda fase del proyecto, la cual consistirá en la dotación de los techos de esos mismos palenques.

Y también con los intermediarios

En la inauguración del Primer Encuentro Estatal Maestros del Mezcal, Abel Alcántara Hidalgo, miembro de la asociación civil correspondiente, habla de tres grandes objetivos de ésta: impulsar un programa masivo de certificación de palenques ante el Comercam; fomentar el cuidado y mejoramiento de éstos, y promover una gran siembra de magueyes en Oaxaca.

Así se expresa frente a 120 maestros de todas las regiones mezcaleras de Oaxaca que participan en la ocasión. Son pequeños productores que traen espadín, tobalá o arroqueño, por mencionar sólo tres excelentes mezcales. Palenqueros de huarache, de pueblo originario, que para identificarse con el cliente muestran su credencial de elector: como Paciano Jacobo López, de San José Río Minas, distrito de Nochixtlán, Mixteca Alta, quien presenta un exquisito papalometl, por cierto. Mezcaleros con una tradición de por lo menos 400 años que, no obstante, son los “perseguidos”, los “ilegales”.

‒¿Ustedes recibieron recursos de esos 30 millones de pesos que anunció la STyDE?

Responde Félix Hernández: “No. De hecho, nosotros invitamos al gobernador para que nos comentara sobre ese dinero, porque la verdad es una cantidad muy grande y ayudaría mucho, pero no hubo respuesta. El apoyo económico obtenido por nuestra asociación civil lo gestionó un compañero ante la Sedesoh, pero no fue una suma tan alta”.

También “tratamos de obtener una cita con el titular de la STyDE, José Zorrila de San Martín, pero después de tres años es la fecha que no la conseguimos. Ahora, está bien que se destinen recursos, pero lo importante es que lleguen a los verdaderos productores de mezcal. Por nuestra parte, de esa institución pública nosotros no hemos recibido beneficio o difusión alguna”.

‒Dentro de la situación tan compleja del mezcal, parece irremediable que falte maguey y, por lo tanto, mezcal, y terminen imponiéndose los objetivos de las grandes fábricas‒se le plantea a Félix Hernández.

‒Me acaban de comentar que, al parecer, el Comercam emitió un comunicado al municipio de Oaxaca de Juárez para que se cancelara este encuentro, para que no se nos autorizara el permiso respectivo. Creemos que sería una postura muy triste por parte de ese organismo… da la idea que sólo quiere defender a las grandes marcas, a los que tienen presupuesto, y no apoyar a los maestros que son los que verdaderamente hacen el mezcal.

“Todos los maestros que están aquí nunca han tenido un espacio digno donde puedan expender sus mezcales. Creo que lo que planea el Comercam es que vengan intermediarios con sus marcas registradas y se lleven así la bebida, y que, por lo mismo, los mezcaleros sigan en una condición lamentable de pobreza y marginación”.

‒¿Cuál crees que sea el futuro del mezcal tradicional no certificado en la Ciudad de Oaxaca, toda vez que aquí es sumamente importante la libre circulación del mismo, pues de su venta dependen infinidad de familias de pequeños productores que a diario expenden su producto en plazas y calles?

‒Si el 85 por ciento del mezcal es “ilegal”, como dice el Comercam, no puede asumirse una postura de defender a un pequeño grupo de grandes marcas industriales. El futuro tiene que ser de una visión sustentable, integral, en la que puedan desarrollarse las comunidades.

“No puede sostenerse que un maestro que tiene atrás casi 400 años de tradición mezcalera es ‘ilegal’. Eso es ilógico. Ahora resulta que quienes hacen el mezcal no sólo no son reconocidos sino discriminados. En Francia e Inglaterra, a los que hacen vino o whisky se les reconoce y premia e incluso la Corona los protege. En México, a los pequeños mezcaleros que promueven sus marquitas y logran un convenio con gente del Distrito Federal que se interesa, la Profeco les requisa sus botellas: en vez de lastimarlos, habría que acercarse a ellos y llegar a un acuerdo”.