OAXACA, OAX., febrero 9.‒Insuficientes y limitadas, incoherentes y equivocadas, así son para el documentalista Edson Caballero Trujillo (Distrito Federal, 1974) las becas de Imcine y el Conaculta y los apoyos artísticos como los de la C*14 de la Secretaría de las Culturas y Artes (Seculta).
Sin tanto ruido, Edson Caballero ha acumulado reconocimiento tras reconocimiento con “Atempa/ Sueños a orillas del río” y “Mixteco now” (2013), dos filmes con una impronta muy propia: el registro de una problemática social.
Entre esos reconocimientos se encuentran los 26 festivales por los que ha pasado el largometraje “Atempa”, además del premio “Klic” que, a través de Cinépolis, otorga el Festival Internacional de Cine de Morelia, así como el galardón del Festival Luz de Cinema de Brasil para el cortometraje “Mixteco now”.
‒¿No hay un desequilibrio en cómo y a quiénes se otorgan los apoyos económicos oficiales a la cultura?
‒Para empezar, las convocatorias que realizan limitan demasiado. Muchos artistas no se acercan a ellas porque, por ejemplo, en el caso de la creación cinematográfica, carecen de productora o no están dados de alta en Hacienda. Entonces, deciden hacer sus obras en sus casas y buscar haber quién les ayuda.
Sea en las convocatorias que lanza Imcine o Conaculta, “los requisitos son tantos que limitan. Yo he participado en las de foto cine y te piden un porcentaje de apoyo. Vas y les dices, ‘tengo dos mil’, y te responden: ‘ah, entonces te vamos a dar tres mil’. Como que no, tienen que ser más flexibles”.
Otra vertiente de la problemática: “OaxacaCine lanza una convocatoria de posproducción que se me hace un poco incoherente, porque quién va a hacer ese tipo de trabajo en la entidad. Hay cineastas, pero están fuera, en Nueva York, Londres, Francia, Distrito Federal: quién va a realizar posproducción en el Estado, qué oaxaqueño tiene aquí una película terminada. Pues nadie”.
Al final, el dinero de las convocatorias termina cayendo en otros sectores. “Como no se logra acceder a ellas, se va para los que sí tienen, los de lana, los hípster y los yuppies, quienes se acercan para jalar ese recurso”.
Edson Caballero coincide en que hay desequilibrio al respecto. Es un problema que “está creciendo ‒dice‒. Muchos quieren dedicarse al arte porque hay dinero, jalan proyectos pero no hacen nada. Los apoyos no llegan a las personas que trabajan, y cuando éstas obtienen una beca, es mínima.
“Escuché que a alguien le dieron sólo la mitad del apoyo de la C*14 que obtuvo y que no sabe por qué no le van a dar todo. Se desconoce qué está pasando con los recursos. Habría que poner atención en esto, pues los jóvenes creadores no están siendo bien apoyados”.