OAXACA, OAX., febrero 24.‒ Lucio Santiago construyó un bosque utópico en La Telaraña de la colonia Alemán, un mundo de plantas, volchos, botellas de refresco de todas las marcas, maíces transgénicos y “Six Packstos” que son una metáfora a la vez que una toma de conciencia sobre cómo la humanidad satisface sus necesidades y egos.

Todo surgió a partir de la Navidad, platica para E-Oaxaca (www.e-oaxaca.mx), de la reflexión sobre “el poder que tenemos sobre elementos como el medio ambiente o los ecosistemas”, sobre el hecho de que “podemos hacer de todo sin preguntar”.

Y “construí la instalación ‘Extinta’, un bosque en el que durante tres meses todas las piezas tendrán vida, movimiento, incluyendo un ‘volcho’ a medio devorar por la naturaleza”.

La construcción incluye maíces transgénicos sembrados en botellas de refresco de todas las marcas: una “representación del consumismo que provoca que las grandes empresas produzcan masivamente dichas semillas”.

‒De alguna manera, la naturaleza termina absorbiendo todo lo que producimos, incluyendo lo malo

‒Desde la perspectiva de la ficción, la pieza propone que la manipulación de un ecosistema hace tomar conciencia de la necesidad que tenemos de él. Sobre todo porque en el terreno de la realidad va a llegar un momento en que por la destrucción y contaminación que hacemos, vamos a quedar totalmente desamparados. Ahí están, a manera de ejemplos, noticias como lo de la posible extinción de las abejas, lo cual implicaría la desaparición de la polinización y, con ello, de las plantas y los mantos acuíferos. Y todo por enriquecer nuestro ego, porque no caminamos sino que a fuerza tenemos que comprar un coche.

‒La evolución es cabrona, ¿no estará exterminándonos porque no le funcionamos como especie?

‒Sí, es posible. Esa energía, esa capacidad para crear, para construir, también destruye. Es un círculo vicioso.

Lucio Santiago (Ciudad de Oaxaca, 1987) tiene clara su idea sobre la instalación, toda vez que, apunta, no es lo mismo una “caja de zapatos vacía” que la construcción de una propuesta “muy social”.

Dice: “hay arte conceptual, remakes que sólo satisfacen el ego, el blof o el marketing de un artista, pero en mi caso lo que busco con la instalación es provocar la conciencia de las personas”.

Todo depende “del método de producción, de imágenes, de pensamientos. La creación de obras efímeras tiene una funcionalidad, que no es otra que la capacidad de la pieza para provocar una experiencia, una reflexión. Ese es el compromiso del arte; un creador de imágenes que puede construir éstas desde cualquier técnica, sea la pintura o la instalación”.

En el caso de “Extinta”, además, la instalación se convertirá en un documento: el registro del catálogo de cómo irá evolucionando el bosque utópico en La Telaraña.

*La instalación “Extinta” fue inaugurada el 21 de febrero pasado y permanecerá en La Telaraña (Venustiano Carranza 214, colonia Miguel Alemán)