KATMANDÚ, NEPAL, abril 26.- El número de muertos por el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter que golpeó Nepal al mediodía de este 25 de abril de 2015 suman ya dos mil 357, mientras que los heridos superan los seis mil, según las últimas cifras difundidas por el Ministerio del Interior del gobierno nepalí.
Una fuente del Centro Nacional de Operación de Emergencia indicó que la cifra de heridos es de seis mil 237, según el último recuento disponible.
Sólo en la capital nepalí hay más de un millar de muertos, según fuentes oficiales.
Gran parte del valle central de Nepal quedó devastado, con viviendas destruidas, carreteras destrozadas y las telecomunicaciones y conexiones eléctricas sin funcionar.
Los esfuerzos de rescate se intensifican en el país, que trata de recuperarse tras sufrir el sismo más fuerte de los últimos 80 años.
Muchos países y organizaciones internacionales han ofrecido ayuda a Nepal para que pueda lidiar con el desastre.
Miles de personas pasaron la noche al aire libre, pese a las bajas temperaturas, por temor a las réplicas.
Un portavoz de la policía nepalí confirmó la muerte de al menos 1 mil 150 personas, 539 de ellas en la región del valle de Katmandú, pero la cifra continuó subiendo con el paso de las horas.
Y es que muchas personas más se encuentran atrapadas bajo los escombros y todavía no se dispone de la información de algunas partes del país.
El terremoto tuvo su epicentro entre la capital, Katmandú, y la ciudad de Pokhara, la segunda más grande del país.
“Nunca había experimentado un terremoto como este. Estaba arreglando una máquina en casa cuando comenzó a temblar. Simplemente huí, pero el muro se me cayó encima”, relata Mohan Gurung desde Katmandú.
MOVIMIENTO EXTENDIDO
Originalmente, el Servicio Geológico de Estados Unidos había estimado su magnitud en 7.9 grados Richter.
La sacudida se sintió también en la vecina India, donde se han reportado más de 30 víctimas fatales, y hasta en Pakistán, Bangladesh, Tíbet y el Monte Everest.
Las autoridades nepalíes calificaron los daños de severos y dijeron que los mismos no se limitan a la zona del epicentro.
“Vamos a necesitar del apoyo de varias agencias internacionales con más experiencia para atender el tipo de emergencia que estamos enfrentando”, le dijo el ministro de Información nepalí, Minendra Rija.
En la capital varios edificios –incluyendo la emblemática torre Dharahara– fueron reducidos a escombros, atrapando a numerosas personas.
El terremoto arrasó con varios monumentos históricos y sagrados.
“Algunos de los principales monumentos históricos de Katmandú resultaron destruidos. Y, según testigos, otros presentan grietas y podrían colpasar”, informó el periodista del servicio nepalí de la BBC, Navin Singh Khadka.
“Estábamos rezando en la iglesia, en el tercer piso, y no pudimos salir. Había unas 60 personas. Nos acostamos en el piso hasta que pasara”, le cuenta a la BBC Rabika, desde Katmandú.
Los hospitales de la ciudad están llenos de heridos. Y la radio local le está recomendando a la gente permanecer en la calle debido a la posibilidad de réplicas.
La sacudida también provocó avalanchas en la cordillera del Himalaya, causando la muerte de al menos diez montañistas en el Monte Everest, entre éstos un directivo de la multinacional Google, pero también hay varios desaparecidos.
Este es el peor terremoto en Nepal desde que un sismo de 8.3 grados Richter arrasara Katmandú en 1934, matando a más de 8 mil 500 personas.
AYUDA
Ante la magnitud del desastre, el primer ministro indio, Narendra Modi, informó del envío de un avión militar con tres toneladas de suministros y un equipo de respuesta a Nepal.
Funcionarios indios añadieron que enviarán tres aviones más con más equipos de rescate y un hospital móvil.
Por su parte, Estados Unidos anunció el envío de un equipo de respuesta ante desastres y 1 millón de dólares en ayuda inmediata.
Asimismo, el presidente de Francia, François Hollande, se ha mostrado dispuesto a responder a cualquier solicitud de asistencia.
Y en unas declaraciones similares, el mandatario de Reino Unido, David Cameron, dijo que su país hará “todo lo que pueda” para ayudar con las secuelas del terremoto.
HOSPITALES COLAPSADOS
Cientos de personas han pasado la noche al raso en Katmandú, la capital de Nepal, tras el devastador terremoto que ayer sacudió el país, afectando también zonas de India, China y Bangladesh y que causó la muerte de más de dos mil personas, según el último balance oficial, y cuantiosos daños en el patrimonio histórico del país.
Los trabajadores de emergencias y voluntarios siguen removiendo los escombros, en ocasiones con las propias manos, para tratar de localizar supervivientes mientras se producen réplicas del temblor de ayer.
Una, de 6.7 grados en la escala de Richter causó este domingo nuevos aludes en la zona del Monte Everest.
Con el temblor de ayer sábado ya se produjeron avalanchas en la montaña más alta del mundo, justo en el comienzo de la temporada de escalada.
Diecisiete montañeros murieron y decenas resultaron heridos en el campo base de la vertiente sur de la montaña, tragado por un alud.
“Tanto los hospitales públicos como los privados están colapsados y está tratando a los pacientes al aire libre”, ha alertado el embajador nepalí en India.
“Estoy exhausto, pero tenemos que seguir”, declaró a la agencia Reuters un agente de policía cuyo equipo ya había trasladado a 166 heridos y cadáveres a los centros médicos.
Con epicentro a unos 150 kilómetros al noroeste de Katmandú, el seísmo se dejó sentir especialmente en el valle en el que se sitúa la capital nepalí, que vio caer a tierra buena parte de su patrimonio histórico, como la torre Dharahara.
También otros edificios de Katmandú se vinieron abajo o quedaron gravemente dañados, con lo que las tareas de rescate se centran en localizar supervivientes entre las montañas de escombros, mientras se alinean los cadáveres en la calle.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha facilitado dos direcciones de correo electrónico y dos teléfonos para las “personas afectadas o que puedan tener afectados entre sus allegados”. Los teléfonos son: (91)1141293000 y (91)9810174160. Las direcciones de correo son emb.nuevadelhi@maec.es y unidaddecrisis@maec.es
El oficial militar Santosh Nepal relató a la agencia Reuters que había trabajado toda la noche en las ruinas de un edificio de tres plantas derrumbado en el centro de Katmandú, usando picos porque las máquinas no podían pasar por las estrechas calles del centro histórico de la ciudad.
“Creemos que aún hay personas atrapadas dentro”, ha declarado. Hay edificios reducidos a montones informes de ladrillos, mientras que otros han quedado inclinados, en precario equilibrio y amenazando con venirse abajo en cualquier momento. Otros, que han sufrido derrumbes parciales, mostraban desventrados las pertenencias de sus habitantes.
Miles de personas han pasado la noche al raso con temperaturas bajo cero y bajo una ligera llovizna, temerosos de volver a sus casas, dañadas.
Muchos deambulaban por las calles envueltos en mantas o se sientan en la calle acunando a sus niños pequeños, cargando en bolsas sus escasas pertenencias. Las réplicas se han dejado sentir desde ayer.
En la torre Dharahara, una de las atracciones turísticas más importantes de la ciudad, construida en 1832 por la reina de Nepal y de la que apenas ha quedado en pie un trozo de pared, hasta 200 personas quedaron atrapadas, según un agente de policía.
Con la llegada del buen tiempo, unos 300 mil turistas se encontraban en el país, cuando al mediodía de este sábado 25 de abril de 2015 la tierra tembló como no lo había hecho desde 1934, cuando un temblor de magnitud 8.1 (el de ayer alcanzó 7,9) mató a más de 8 mil 500 personas.
El último balance hecho público por las autoridades nepalíes cifra los muertos en 2 mil 357, a los que hay que sumar 53 en India y 17 en Tíbet, en tanto que los heridos suman más de 4 mil 500.
En los hospitales, siguen llegando heridos y, sobre todo, cadáveres rescatados de entre las montañas de escombros.
El oficial de policía Sudan Shreshtha aseguraba a Reuters haber llevado durante la noche un total de 166 cadáveres al Hospital Universitario Tribhuvan. Allí quedaban los cuerpos almacenados, apenas cubiertos con alguna tela. Otros, ni eso. Empiezan a escasear los suministros médicos.
Con el gobierno nepalí desbordado por la dimensión de la tragedia, India ha enviado suministros médicos y equipos de salvamento, un total de 285 miembros de su Fuerza de Respuesta a Desastres, mientras que China ha mandado un equipo de emergencia de 60 personas.
Organizaciones internacionales reúnen, asimismo, personal para acudir a Nepal para colaborar en las tareas de rescate. Países como Estados Unidos, Gran Bretaña o Pakistán han ofrecido ayuda.