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Bullying, el mal que se extiende en las escuelas de Oaxaca ante la indiferencia de la Sección 22-IEEPO

OAXACA, OAX., mayo 6.- Sus manos tiemblan al hablar, sus nervios son incontrolables y su llanto es espontáneo.

Salto+de+cuerda+en+el+patio+.+Agosto+2012+DSC02541Salvador tiene 12 años, pero por el daño psicológico causado por su apariencia, su forma de expresarse, aparenta la edad de un hombre de 45 años abatido por el estrés.

Él es uno de muchos niños que padecen de bullyng, pero que no se atreven a denunciar ante el temor a represalias por parte de los integrantes de la poderosa Sección 22 del SNTE y la ineficiencia de las autoridades educativas representada por el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), donde son juez y parte.

El daño psicológico y físico provocado por sus maestros mantiene a Salvador callado y con temor.

El IEEPO ha documentado únicamente 17 casos, pero los padres de familia de algunas instituciones educativas han estimado que este número representa apenas una parte de la que realmente se registra en las más de 13 mil escuelas diseminadas en el territorio estatal.

Además, el IEEPO, a través de su enésimo titular, Moisés Robles Cruz, insiste en que se han aplicado las estrategias necesarias para abatir la situación, pero los padres de familia no le creen.

La versión de los padres de familia de la comunidad de San Juan Atepec, en la Sierra Norte del Estado, confirma que de nada han servido los esfuerzos de la dependencia educativa.

Y nuevamente defienden a sus hijos que han sido agredidos, sobajados y ninguneados en una actitud racista por la profesora Elica Ramírez Ruiz, quien cuenta con todo el apoyo de la Sección 22 del SNTE para mantenerse en su cargo en la Escuela Primaria “Justo Sierra”.

Es que a pesar de que la maestra fue reemplazada de manera provisional de su puesto, hasta que se “aclare el caso”, lo visto es que pretende continuar en la misma escuela, sin que las autoridades puedan tomar las medidas necesarias para resolver de fondo el problema.

Porque de nada serviría que a la maestra Elica Ramírez Ruiz la cambien a otra escuela, donde volvería a discriminar a sus alumnos por su color de piel y condición social. La medida correcta sería que nunca más esté al frente de un grupo de alumnos en un salón de clases, pero ¿lo permitirá la Sección 22 de la CNTE?

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