OAXACA, OAX., mayo 22.- La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) comprende dos tipos de enfermedades crónicas que afectan al intestino: la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC). Ambas con síntomas característicos, los cuales durar un tiempo y aunque generalmente reaparecen a lo largo de los años, los pacientes suelen tener periodos sin síntomas en los que pueden hacer una vida normal.
Angel Porras Ramirez, Oncólogo del Hospital General de Zona 1 del IMSS refiere que durante esta enfermedad se produce una inflamación en forma de úlceras más o menos profundas en función de la gravedad de la enfermedad pero sin sobrepasar las paredes del tubo digestivo, localizadas en la mucosa del intestino grueso (colon) y con mucha frecuencia también en el recto.
Mientras que en la EC aunque también afecta muy a menudo al intestino grueso es frecuente que afecte el tramo final del intestino delgado y además, puede producir inflamación de cualquier zona del tubo digestivo desde la boca hasta el ano.
El Oncólogo del IMSS indica que en ambas la inflamación empieza con unas llagas que con el tiempo pueden ulcerarse y evolucionar a estrecheces de la pared del tubo digestivo o a fístulas, que a veces pueden atravesar todas sus capas y alcanzar otras estructuras cercanas.
En ambas los síntomas varían en relación a la gravedad de la enfermedad, suelen comenzar poco a poco y a veces pasan meses hasta que el paciente decide consultar al médico. De ahí la recomendación de acudir a la brevedad con el médico familiar, dijo el especialista del IMSS.
Los más importante, advirtió, son la diarrea de heces mezcladas con sangre y en ocasiones moco, que produce dolor cuando pasa por el ano y después alivia. Las ganas de defecar a veces se sienten con mucha necesidad. Son frecuentes los retortijones localizados en la parte inferior izquierda del abdomen y en ocasiones reproducen hemorragias por el ano sin deposiciones. Si la enfermedad se localiza en la zona del recto puede haber estreñimiento en vez de diarrea.
Algunos pacientes presentan síntomas graves en el transcurso de la enfermedad, que obligan al ingreso en el hospital del IMSS, como son la diarrea de más de 6 deposiciones al día con sangre, fiebre alta, taquicardia y dolor abdominal por la dilatación del intestino grueso, explicó Porras Ramirez.
De igual forma y con base en lo anterior el Oncólogo del IMSS, refiere que es muy importante que si le han diagnosticado de una EII siga las medidas generales que se le indican su médico, porque además de aliviar sus síntomas, pueden evitar futuros brotes de la enfermedad así como posibles complicaciones y en definitiva pueden mejorar el pronóstico de la enfermedad.
Por último exhorta a la población acudir a su médico si se presentan molestias frecuentes del intestino, de igual forma alerta del peligro de tomar medicamentos o productos que no le haya prescrito su médico.