A Lorenzo Córdova Vianello le ha ido como en feria: ‘la feria y su jugada’. Le han dicho de todo y de todas maneras; a su modo –como hoy se sabe que se expresa con sus cuates– y del modo educado, pero se lo han dicho y escrito.

Aquí y allá parecen sus defensores, y frente a éstos los defensores de lo indígena ante la agresión mezquina del poderoso rubio-barbado, jocoso imitador de Tonto, el del Llanero Solitario, al que confunde con Toro Sentado el jefe Sioux. Aparte están quienes defienden la justicia del ¿qué pasa aquí?…

Los principales partidos políticos –en voz de los líderes de cada fracción en el Congreso mexicano– ‘lo arropan’ dice la prensa escrita (claro, pues ellos lo pusieron ahí y ellos mismos le hacen la vida de cuadritos).

La televisión se dividió: Televisa lo cuida y se muestra cauta en sus noticiarios; Televisión Azteca le está dando a dar. Otros medios se dividen y nada, que de pronto, todos ven a Lorenzo Córdova al personaje central de nuestro laberinto del fauno electoral.

Son tres los elementos que están en todo este merequetengue mediático: La intervención y filtración de la llamada entre el señor presidente del Consejo General del Instituto Nacional Electoral y su Secretario Ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, muy su cuate, como se nota en las confianzotas verbales que se toman.

Esta llamada fue hecha el 24 de abril pasado, y alguien con muy mala leche la grabó y la lanza al mundo a unos días de las elecciones del 7 de junio: domingo siete.

Está más que claro que quieren descalificar a Córdova Vianello y de paso le dan un raspón al INE y a sus integrantes-consejeros. Un poco para decirles que ‘o se cuadran o salen más llamaditas como esta’.

¿Cuántas llamadas como está tienen guardadas los enemigos del Córdova Vianello y de los otros consejeros y de líderes de partido y de políticos y de funcionarios y de líderes de opinión y de periodistas de fuste? ¿Quién está ahí detrás? Es voyerismo político enfermizo e ilegal.

La ley debe acatarse y encontrar a quien se está colgando de los cables nacionales. Es una mala costumbre política en todo el mundo, pero muy exacerbada en México, sobre todo cuando está en marcha alguna toma de decisiones importante, ya política o electoral, como es este caso…

Esto es: si de por sí el proceso electoral está verdaderamente descompuesto, gracias a los enjuagues y a los caminos tortuosos-silenciosos de cada partido y de su gente, los que ya tienen hasta la coronilla a los mexicanos, ahora imagínense con estas ‘filtraciones’ que lo único que consiguen es mostrarnos al político mexicano –en general– tal como es, en sus propias carnes.

Luego está la mención del señor Córdova Vianello del dirigente indígena chichimeca, Hipólito Arriaga Pote, de Guanajuato, al que imita –según él– en su hablar y en sus expresiones. Mal, muy mal anda la maceta del señor Consejero presidente cuando desprecia así a una parte importante de nuestra mexicanidad de origen.

Mal está quien entiende a la vida desde el color de rosa mexicano del poder académico –¿cuál es su obra magna?–, o del poder político. El señor Córdova Vianello olvida que es empleado de todos nosotros y que ese todos nosotros incluye a todo mexicano nacido en esta tierra por origen o voluntad constitucional y que él está ahí para cuidar nuestros fueros y privilegios, no para arañarlos como tampoco está para servir a los partidos políticos.

Y que el uso de infraestructura, equipo e instalaciones pagadas con recursos públicos son para cumplir con la tarea encomendada y perseguida por él, y no pueden estar a disposición de sus animadversiones, porque si se ve bien, la única razón por la que llamó a su cuate fue para desahogar su mofa y en por lo menos 80 por ciento de la grabación lo único que se escucha es una serie de palabras que sí, que muchos decimos cuando estábamos en secundaria o de uso entre los chavos de hoy, pero que el tiempo y las responsabilidades asientan el lenguaje y no terminamos en el “no mames cabrón”, “no mames”… tantas veces repetido. No importa. Si importa.

Aparte están todos aquellos que lo acusan y señalan con dedo flamígero y lo califican de racista cruel y malvado, muchos de los cuales, también en privado, mascullan el “¡pinche indio!” como gran insulto a quien consideran menor en su estrato y, por supuesto, nunca comparable a ellos que son el summum del mestizaje. ¡Vaya pues! La paja en el ojo ajeno en tierra de racistas.

Se tiene que perseguir y castigar el espionaje en cualquiera de sus expresiones; se tiene que castigar este tipo de filtraciones que son parte de la vida privada de cualquiera, hay leyes para ello: el artículo 16 constitucional establece que las comunicaciones privadas son inviolables; el Código Penal Federal menciona en el artículo 177 que las sanciones a quien lo haga van de seis a 12 años de prisión y multa de 300 a 600 días de salario mínimo…” Hay leyes internacionales también.

Los partidos políticos mejor que guarden silencio porque en gran medida la descomposición político-electoral-y de servicio público en México se debe a ellos, a sus viejas y mañosas costumbres y ambiciones.

El cinismo es parte de su naturaleza y deberían sentirse avergonzados porque muy probablemente uno estos partidos o alguno de sus miembros fue el que filtró esta grabación y guarda más para lo que quiere conseguir ¿qué quiere conseguir?…

El señor Córdova Vianello seguirá encabezando una institución que cuesta mucho de nuestro trabajo; el señor Córdova Vianello sabe que la filtración es ilegal, como es que es, pero también debe entenderse en un país en el que convivimos diversidad de culturas, razas, creencias, costumbres, voluntades de vida y, sobre todo, que quienes estamos aquí, todos, merecemos respeto. ¿O sí? ¿O no?

@joelhsantiago

*Periodista y editor. Originario de Oaxaca. Ha sido editorialista en unomásuno, La Jornada, El Financiero y más. Fue coordinador de opinión de El Financiero y director de Opinión de El Universal. Fue editor en la UNESCO y de Le Monde Diplomatique. Ha coordinado obras como: “Planes en la nación mexicana”, con El Colegio de México y “Pensar a David Ibarra”, el más reciente.

*Tomado de www.porunmexicointeligente.com