OAXACA, OAX., junio 16.- Los tatuajes se han convertido en una moda entre los jóvenes desde mucho tiempo atrás y la técnica consiste en introducir un pigmento en la piel entre 1 y 2 milímetros con una aguja creando algún tipo de diseño, la razón por la que son permanentes es que la tinta no se inyecta en la epidermis (la capa superior de la piel que continuamos produciendo y cambiando a lo largo de toda la vida), sino en la dermis, que es la segunda capa de piel más profunda.
Por lo que el dermatólogo del Hospital General Zona 1 del IMSS, Francisco Jarquín Cruz, exhorta que antes de tomar la decisión de realizarse un tatuaje, la persona interesada debe saber que, en ocasiones se pueden experimentar reacciones negativas en la piel.
Algunos problemas comienzan con una irritabilidad durante los 10 primeros días, mientras que una alergia puede manifestarse semanas o años tras la práctica del tatuaje, existen también complicaciones de trasmisión por medio de la sangre, como tuberculosis, tétanos, sífilis, hepatitis B, C y D y de forma mucho más esporádica infección por VIH.
Para evitar estos daños, recomienda que se investigue y se tomen las medidas preventivas e higiénicas del establecimiento en el que se lo realizarán, así como asegurarse de que quien lo realice sea un profesional con conocimiento exhaustivo de las diferentes zonas anatómicas que maneja, a fin de evitar el contacto con estructuras subyacentes como vasos o nervios, minimizando posibles complicaciones.
También es fundamental que tanto la persona como el establecimiento dedicados a esta tarea cumplan con las condiciones higiénicas sanitarias requeridas, para proteger la salud del tatuador y de los usuarios, señala la especialista.
Los tatuajes en sí no representan peligro, sino lo que se puede contraer son las bacterianas, las cuales se alojan en la tinta o en las agujas de inyección.
Por ello, Jarquín Cruz recomienda a la población que en caso de aparecer cualquier complicación o anomalía consulte oportunamente a su médico.