SALINA CRUZ, Oaxaca, julio 12.- Elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), adscritos s a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), fallaron misteriosamente el pasado miércoles 8 de julio al intentar hacer efectiva una orden de aprehensión en contra de Hipólito Rojas, uno de los representante de La CTM en este Puerto, contra quien pesan varias órdenes de aprehensión por diversos delitos.

Como si se tratara de la filmación de una película, de alguien a quien no quieren detener, Hipólito Rojas se refugió en su camioneta mientras llamaba por teléfono a sus seguidores, la mayoría trabajadores de compañías constructoras de quienes recibe una cuota sindical, a través de las empresas que descuentan de sus salarios miserables por laborar en condiciones de total desventaja en obras de la refinería y demás construcciones que se realizan aquí.

Superados en número, los elementos de la AEI se replegaron para hacer efectiva la orden de captura en otro momento, mientras que alegando inocencia el representante de la CTM en el puerto llamó a los obreros de compañías y taxistas de la central obrera para juntarse  e ir a la ciudad de Tehuantepec a manifestar su supuesta inconformidad ante la Subprocuraduría Regional de Justicia.

Hipólito Rojas y otros representantes de la CTM en el puerto son acusados de diversos delitos, que van desde enriquecimiento inexplicable, robo, agresiones, secuestro, retención ilegal de personas, bloqueo de vías de comunicación y de empresas, extorsión, chantaje y hasta intento de homicidio, y al parecer les está llegando la hora de saldar sus deudas con la justicia.

Algunos de sus seguidores han manifestado que son obligados a acatar las indicaciones que les dan los representantes de la CTM, sobre todo cuando les piden cerrar el acceso a los camiones que entran y salen de la Administración Portuaria Integral (API) con carga que traen o debe ser embarcada en los buques que atracan en el puerto, sin importarles afectar la operación y el desarrollo de la industria marítima portuaria.

El chantaje es tan grande que han obligado a los empresarios que manejan su carga por este puerto a contratar los camiones de sus agremiados para el manejo de la carga de los buques, aun cuando estos no tienen las características que se necesitan para tal fin, obligando a los empresarios a buscar puertos alternos para el manejo de sus mercancías, con la afectación económica y laboral para los trabajadores portuarios y el desarrollo de esta actividad del gobierno federal.