+ Desde 1992, según convenio de Heladio Ramírez López, ex gobernador de Oaxaca, la CNTE lo mismo ha sido grupo de choque como también sumiso apoyo de intransigencias
A las 7.30 de la mañana de este martes 21 de julio se anunció la desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca –IEEPO– y terminan la hegemonía educativa de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación –CNTE– en la entidad: Ni más ni menos.
Fue muy sencillo dar este paso que se había retrasado mucho y que por diversas razones se posponía de forma extraña; una de ellas es el temor a la fortaleza de la CNTE y el grado beligerante y violento de sus acciones para enfrentar al gobierno federal y estatal.
El gobernador Gabino Cué Monteagudo, que llegó al poder de Oaxaca en una coalición de partidos encabezada por el PAN y el PRD, prometió un cambio radical de formas y fondo; prometió cambiar la historia de abusos y quebrantos incrementados durante los gobiernos priistas de José Murat y Ulises Ruiz. Pero no. Fue agua de borrajas porque no cambió nada y sí ha empeorado todo.
Luego de grandes presiones del gobierno federal, Cué no ha tenido más remedio que hacer lo que no quería hacer: Desaparecer al IEEPO y quitarle de esta manera el domicilio legal a la CNTE que, a través de la dirección de este instituto hacía y deshacía: Lo mismo ponía a su director, como a los altos funcionarios, como a puestos medios y que desde ahí decidía quién habría de ser el fiscal para asuntos de la educación en la Procuraduría de Justicia local.
Y desde ahí otorgaba premios o castigos a los maestros de la entidad. Desde ahí decidió no llevar a cabo la evaluación magisterial establecida en la reforma educativa e, incluso, intentar que no se aplicara esta reforma en la entidad y en las entidades vecinas.
Y es a través de este IEEPO que mantenía a raya cualquier disidencia y amenazaba con despidos o falta de beneficios laborales a sus agremiados si no obedecían la ley de la participación in situ.
Durante muchos años miles de niños oaxaqueños han sido mal educados a causa de los frecuentes paros magisteriales, a causa de los conflictos intergremiales o por razones que a veces rayan en lo absurdo como las frecuentes ‘juntas de trabajo’ y las salidas y entradas de la entidad de los maestros que lo mismo han secuestrado a la capital oaxaqueña como han querido secuestrar a la ciudad de México. Los pretextos sobran. Y será así por estos días.
Lástima: Pudo y puede ser distinto. Si la dirigencia de la CNTE encabezada por Rubén Núñez Ginez termina por entender las razones que dan sentido al sindicalismo como recurso de defensa de los trabajadores frente a abusos de los patrones.
Fue a la inversa: Los mexicanos, sus patrones, teníamos que protegernos de los abusos de esta sección sindical que ha tenido en jaque a todos en el país y que ha dañado seriamente a miles de niños oaxaqueños que no podrán hacer frente a la competencia laboral futura.
La CNTE fue prohijada por gobiernos priistas. La usaron para fines lo mismo electorales como para intimidar u obligar al gobierno federal o gobiernos estatales. Se otorgaron concesiones insospechadas. A muchos líderes se les otorgaron beneficios salariales como de otra índole…
Desde 1992 según convenio de Heladio Ramírez López, ex gobernador de Oaxaca, la CNTE lo mismo ha sido grupo de choque como también sumiso apoyo de intransigencias.
En tanto número de participantes como por su estilo de confrontación, supera en fuerza a otros organismos tan codificados como son Antorcha Campesina, Los 400 pueblos o el Frente Popular Francisco Villa, además de sus alianzas con organismos extremos (Ejército Popular Revolucionario) que, seguramente, ya están preparando una contraofensiva a la decisión de este martes.
Pero una cosa no han querido entender los líderes de la CNTE y sus asociados tanto gremiales como del gobierno de Oaxaca: Que lo único que han conseguido todo este tiempo es el repudio de la mayoría nacional.
No es una organización querida por los mexicanos en general. Si es una organización que ha motivado indignación y enojo, incluso de la izquierda mexicana.
Pero parece que esto no le importa a su dirigencia… ¿Qué es lo que quieren? ¿Por qué tal empeño en la confrontación aún en contra de la mayoría mexicana?
Si tan sólo fuera una causa justa contarían con el apoyo social. Si lo que buscaran fuera la reivindicación de su apostolado magisterial, de sus derechos laborales o sindicales dañados de forma injusta y atrabiliaria, tendrían la voluntad de todos con ellos: Pero no es así y esta vez, cuando se anuncia la cancelación del IEEPO se escucha un suspiro supremo de descanso y alivio…
Maestros que se saben abusados en sus derechos por la CNTE felicitan la decisión. El chantaje por cambio de adscripciones, reconocimientos sindicales y laborales serán solucionados. ¿Lo serán?
“Se creará un nuevo instituto de educación, un organismo descentralizado que tenga personalidad jurídica y autonomía de gestión”, dijo Cué este martes.
¿Podrá con el paquete? ¿O cederá a la fuerza de la CNTE con la que se siente obligado? El gobierno federal está molesto con Cué: ¿Le importa? ¿Le importan los niños de Oaxaca realmente?
Son 81 mil plazas de maestros que habrán de ser revisadas. Miles de ellas no corresponden ni a trabajadores ni a maestros. Muchas de ellas pertenecen a hijos o hermanos o compadres de un solo maestro.
La nómina que cabildeaban funcionarios locales como de la CNTE deberá ser revisada en detalle y puesta a disposición de trabajadores y docentes: Si no, no.
Falta conocer la reacción de los líderes sindicales a los que con esto se les quita el poder educativo en la entidad. ¿Qué le queda? El poder de la negociación. O el de la confrontación. ¿Le es útil? No. Porque su confrontación no tiene que ver con el interés ni de sus agremiados ni social. Su histórica beligerancia no tiene apoyos democráticos externos, ¿entonces? ¿Qué sigue?
*Periodista y editor originario de Oaxaca. Ha sido editorialista en unomásuno, La Jornada, El Financiero y más. Fue coordinador de opinión de El Financiero y director de Opinión de El Universal. Fue editor en la UNESCO y de Le Monde Diplomatique. Ha coordinado obras como: “Planes en la nación mexicana”, con El Colegio de México y “Pensar a David Ibarra”, el más reciente.
@joelhsantiago
Tomado de: www.lasillarota.com