OAXACA, OAX., agosto 20.- “Todos somos responsables de las crisis tan diversas que vivimos en México y el mundo, pero eso se debe al abuso desmedido del poder de unos cuantos, quienes buscan tener todo y abusar, y eso no puede ser posible”, responde convencida la enfermera Catalina Mendoza Arredondo, presidenta del Consejo de Administración de la Congregación Mariana Trinitaria (CMT).
“¡Ya basta de abusar del poder!”, agrega resuelta la mujer que hace más de 18 años encabezó la formación de la institución que hoy es la CMT, pues –advierte– “si no nos sumamos, esto nunca va a salir adelante y cada vez nos vamos a hundir más”.
Por eso, en entrevista sostiene que “es tiempo de reconciliación, de que todos los mexicanos nos sumemos para cambiar y transformar, y si las autoridades no quieren caminar de la mano, demostrémosles con trabajo y dignidad que deben agregarse a este noble cambio”.
Exhorta a retomar el camino de la reconciliación, el trabajo y la unidad, y aclara que la gente “ya no quieren más dádivas, sino la caña para aprender a recuperar la dignidad que se ha perdido”.
Refiere que con un trabajo humilde y sencillo de más de 18 años, “la Congregación Mariana Trinitaria demostró que sí se puede combatir la pobreza”, por lo que insiste en “no permitir que sigamos amputados, porque cuando perdemos una extremidad existen prótesis para el cuerpo, pero no para el alma”.
Afirma que “estamos lisiados del alma y queremos ir sanando, compartiendo conocimientos y esperanzas, con el aporte de lo mejor de cada uno de nosotros”.
Recuerda que “el verdadero poder lo tenemos todos y hay que usarlo para salir adelante; llamar a los amigos que nos puedan ayudar para cambiar y transformar la situación tan adversa que se vive”.
DE LA EXPERIENCIA DE UN NIÑO A LA FUNDACIÓN DE LA CMT
Catalina Mendoza Arredondo refiere que lo que le llevó a fundar la Congregación Mariana Trinitaria fue la experiencia de un niño de ocho años, originario del estado de Guerrero, que a esa edad perdió a su padre.
Cuenta: “Era el único sostén de su familia. Al morir el padre él era el hermano mayor y tenía que sacar adelante a sus tres hermanas y a su madre analfabeta. Trabajó de todo y un día me dijo: yo tenía tanta hambre de chico y no teníamos dinero para comer. Mi madre murió de hambre y ahora que estoy viejo y tengo dinero para comer, ya no tengo hambre”.
Se le quiebra la voz cuando recuerda que ella también sabe de necesidades. “Yo anduve descalza y con el suéter roto y sé lo que es usar el repelo del hermano mayor hacia el más chico”.
Refiere también que luchó mucho para conformar la CMT, esa suma de más de 300 hombres y mujeres que creyeron en un proyecto tan noble como es la salud y que a lo largo de más de 18 años ha venido “parchando o remendando el vestido de la pobreza en el país y 17 países del mundo”.
Sintetiza el esfuerzo: “Hemos venido hilvanando y tejiendo sueños y esperanzas porque la gente quiere salir adelante y tienen derecho”.
TODOS CRITICAMOS, PERO QUÉ APORTAMOS
La Presidenta del Consejo de Administración de la CMT también cuestiona: “Hoy todos criticamos, pero qué hemos aportado para que esta sociedad cambie. No hemos aportado nada”, señala.
Y se responde: “En su caso, la Fundación Mariana Trinitaria le ha puesto el mejor vestido a la pobreza. Ese es el orgullo de las empresas socialmente comprometidas que se sumaron a este sueño”.
Comenta que un día de hace años le dijeron que sus sueños eran guajiros, “y yo quiero seguir soñando porque en esos sueños guajiros está inmerso el músculo más importante que son nuestros niños y jóvenes, porque los viejos tenemos el deber y la obligación de encaminar por esta vía tan difícil a los jóvenes, con buenos ejemplos”.
La Congregación –rememora– nace con un bello sentimiento de amor, de vida, de esperanza, atendiendo lo más grande y maravilloso de la creación que es el ser humano, y “en esta enciclopedia maravillosa hemos aprendido a conocer al ser humano en toda su esencia”.
Para la oaxaqueña, mujer altruista, “en el cielo y en el ser humano están escritos el pasado, el presente y el futuro, pero pocas veces vemos al cielo porque hemos perdido el contacto con la naturaleza y con nosotros mismos”.
Con la experiencia a cuestas, suelta despacio: “Hemos aprendido tanto entre tantos en diferentes estados y la gente ya no quiere nada regalado, sino participar y ser ellos mismos los que desarrollen su propio futuro”.
APORTES DE LA CMT EN MÉXICO Y EL MUNDO
De los aportes, impacto y alcances de la Congregación Mariana Trinitaria en México y el mundo, Catalina Mendoza Arredondo informa que beneficia a 784 mil 233 viviendas al año con el programa de viviendas mejoradas.
Además, beneficia la dieta de 422 mil personas, que equivale a haber podido solucionar la carencia de alimentación del estado de Zacatecas y la ciudad de Guadalajara, con 348 y 153 mil habitantes, respectivamente, sin acceso a la alimentación.
También ayuda con subsidios a 64 millones de habitantes para solucionar el problema de la pobreza patrimonial, y mejora las fachadas de 67 mil 932 viviendas al año, entre otros beneficios.
“Parece mucho”, dice, pero de inmediato aclara que “no es nada comparado con la necesidad inmensa que aún persiste”.