+ Tenemos el orgullo de haber generado políticas públicas que nos han permitido trabajar en las necesidades de la gente de 14 entidades del país y 17 naciones del mundo; esta es nuestra humilde y modesta participación en el desarrollo de México, sostiene el joven Director general de CMT
OAXACA, OAX., agosto 24.- “Nos hemos puesto en los zapatos de la gente y creo que ha habido resultados”, suelta convencido David Leyva Mendoza, el joven director general de la Congregación Mariana Trinitaria (CMT).
En entrevista, explica su entusiasmo: “A más de 18 años de distancia, hoy tenemos el orgullo de haber generado políticas públicas que nos han permitido trabajar en las necesidades de la gente de 14 entidades del país y 17 naciones del mundo para ir encontrando soluciones a los problemas más urgentes”.
También detalla su estrategia: “Pugnamos porque el gobierno capte, pero también porque la sociedad participe y vaya cambiando, y juntos, sociedad y gobierno, sigamos encontrando soluciones a los retos que se van presentando”.
Ingeniero industrial de profesión, egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), pero también Premio Nacional de Periodismo 2005 en la categoría de Entrevista, Leyva Mendoza sintetiza enfático: “Esto es Oaxaca y esta es nuestra humilde y muy modesta participación en el desarrollo de México”.
Orquestador del trabajo en CMT, una institución privada, no lucrativa, de asistencia social, sin fines políticos ni religiosos, refiere que para ellos “nada nos ha sido fácil”, pues “si lo vemos desde la iniciativa privada es muy difícil conseguir los recursos, y si lo vemos como gobierno es muy difícil administrarlo”.
Aclara que los fundadores de la Congregación, encabezados por su presidenta, Catalina Mendoza Arredondo, “empezamos desde abajo como hijos de la cultura del esfuerzo”.
Reconoce que “es muy difícil convencer a la ciudadanía para que cambie”, pero para contrarrestar esa adversidad señala que la Congregación Mariana Trinitaria está exportando el esfuerzo oaxaqueño de milenios, manifestado a través del tequio y la solidaridad, éste último aporte de oaxaqueños que en su tiempo fue un programa exitoso del gobierno federal, como hoy lo es el Ramo 33.
“El antiguo programa Solidaridad nació aquí en Oaxaca, con nuestro tequio y con nuestra asamblea, y eso nos dio mucha movilidad como ciudadanos”, recuerda David Leyva Mendoza.
Refiere que la forma que CMT ha encontrado para combatir la pobreza es precisamente la unión, en la que todos pongamos, como dice el juego de la pirinola mexicana, porque “la sociedad no puede caminar sola ni el gobierno de manera unilateral; tenemos que hacerlo juntos”.
Incluso, sugiere “ir empujando a nuestros gobiernos y si no quieren caminar darles ideas porque no saben todo; tenemos que ayudarles; tenemos que sumarnos todos”.
Aclara que la Congregación no se dedica a generar desarrollo de vivienda porque “no tenemos la capacidad de desarrollar grandes conceptos”, pero “empezamos a involucrarnos con el señor, con la señora, con el joven, con aquéllos que querían darle un sentido de identidad a su fraccionamiento”.
Y es que cuando la gente participa y se apropia de su propio proyecto, lo enriquece, dice Leyva Mendoza y explica: “Nosotros ponemos una parte del valor de su vivienda para su mejoramiento, a cambio de que la gente se una con los demás, porque uno de los graves problemas de seguridad en México es que no nos conocemos”.
Así, puntualiza, “64 millones de mexicanos trabajan con nosotros desde hace 18 años”.
El Director general de CMT hace comparaciones y suelta, directo: “Un índice de medición de la pobreza es que la gente esté unida; eso se llama cohesión social y eso genera buenas prácticas a la comunidad”.
Recuerda que en algún punto de sus más de 18 años de trabajo para combatir la desigualdad y la pobreza, la Congregación empezó a trabajar con el gobierno y a inyectar recursos; a decir, “si tu pones un dólar en obra pública real, no inventada, en costos reales, no inflados, nosotros ponemos otro dólar, lo que en Oaxaca se llama tequio, participación comunitaria”.
Lleno de experiencia a pesar de su juventud, el Ingeniero y Periodista sostiene que “cuando la gente participa todos nos damos cuenta de cuánto cuestan las cosas; ya no nos van a engañar, pero también nos damos cuenta del valor que lleva nuestra propia acción y esto nos da la oportunidad de conocer nuestro propio potencial”.
Admite que “es importante que el gobierno de una vuelta de timón, que nos obligue a ser corresponsables, co-participativos y que se acaben los programas paternalistas porque fomentan la corrupción”.
Y como la mayoría de los más de 120 millones de mexicanos y mexicanas también provienen de la cultura del esfuerzo, Leyva Mendoza exhorta a tener confianza y creer en nosotros mismos, porque “no se vale nada más pedir; tenemos que sumarnos todos”.