Ni más ni menos
Dice el embajador de Egipto en México, Yasser Shaban, que su gobierno ‘no puede asegurar todavía quién atacó al grupo de turistas mexicanos el pasado 13 de septiembre pues la investigación está en curso y será la Fiscalía General de esa nación la que dé a conocer los resultados.’ ¿A qué se parece esto?
Antes, el canciller egipcio Sameh Shoukry, comparó la lucha contra el terrorismo en su país con la situación de violencia en México, a causa del combate al narcotráfico. A través de una carta abierta publicada en Twitter, aseguró que en ambos países han muerto personas inocentes.
El 13 de septiembre un grupo de mexicanos cumplía su sueño: conocer Egipto, o mejor, la República Árabe de Egipto, que está en el extremo noreste de África como en Asia, en la península del Sinaí. La mayor parte de su superficie es el desierto del Sahara. El río Nilo cruza ese desierto de norte a sur y forma un estrecho valle y un gran delta al juntarse con el mar Mediterráneo.
Egipto fue cuna de la antigua civilización egipcia, que junto con la mesopotámica fueron el origen de la actual cultura Occidental. Su actual forma de gobierno es la república semipresidencialista bajo gobierno interino, formado tras el golpe de Estado de 2013 que derrocó al primer presidente democrático del país, Mohamed Morsi.
Hasta ahí llegó el grupo de turistas mexicanos que fue atacado por aviones presuntamente militares del gobierno en zona desértica. Inicialmente se dijo que fueron confundidos con grupos guerrilleros antigobierno y que estaban en zona restringida. Susana Calderón, una integrante del grupo que sobrevivió dice que durante tres horas atacaron el vehículo en el que viajaban en por lo menos cinco ocasiones.
En la agresión murieron ocho mexicanos y cuatro egipcios que les guiaban.
El gobierno mexicano envió por la vía diplomática un enfático requerimiento para que se investigue, se castigue a los culpables y se aclare esa famosa “confusión”. Sólo tres días después el gobierno de Egipto pidió disculpas a México por la matanza de los turistas.
Esto es: “Sus más altas autoridades expresaron sus condolencias al pueblo de México.” Oficialmente se dice que lo hizo el presidente Abdelfatá al Sisi, “a través de una llamada telefónica al presidente Enrique Peña Nieto”…
A lo dicho por el canciller Shameh Shoukry contestó el secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong diciendo que Egipto y México viven circunstancias distintas y que, por lo mismo, esta afirmación no tiene sentido…
El gobierno golpista de Sisi tiene una particularidad: es agresivo al extremo para mantenerse en el poder adquirido bajo golpe de Estado. Ahí, una diferencia abismal con México que tiene sus matices de democracia no consolidada pero en donde el gobierno actúa en base a resultados electorales y en base a una constitución legal… Y sí podemos decir que aquí hay fallas enormes de constitucionalidad y gobierno, pero es a fin de cuentas el proceso de construcción de instituciones y de formas democráticas de exigencia aún vigentes… No así en Egipto, por ahora.
Pero por desgracia la excusa del gobierno egipcio dibuja en mucho la idea que en el exterior tienen del gobierno mexicano y su gran debilidad: Ingobernabilidad, violencia criminal y muerte de inocentes por razones de narcotráfico y crimen organizado. Esto, aunque nos duela es cierto…
Como también es cierto que el gobierno mexicano no encuentra la salida a esta criminalidad ni al abuso de autoridades tanto policiales como de seguridad por debajo de los derechos humanos. Las quejas en instancias internacionales corren a raudales por declaraciones sacadas mediante tortura y muertes inexplicables, cada vez más…
La exigencia mexicana de que se aclare el hecho y se castigue a los responsables egipcios es una exigencia que también se le ha hecho a México desde instancias internacionales, como ha sido el caso de la Organización de las Naciones Unidas –ONU-…
…Cuando el relator para casos de tortura en México, Juan E. Méndez dijo no hace mucho que este fenómeno “es una práctica generalizada en México”; también lo hizo Christof Heyns, relator especial de la ONU para el caso de ejecuciones extrajudiciales, quien se queja de que el gobierno mexicano ha hecho caso omiso de las recomendaciones que su oficina hizo desde 2014…
Están en el tintero internacional casos como Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato… y el hecho cotidiano aquí o allá.
Así que la respuesta del canciller egipcio es el reflejo de lo que es México para muchos fuera del país: una República en América del Norte en donde el crimen y la violencia están a la vista de todos y sin ánimos de solución institucional y si mucha impunidad, corrupción… Y, así, con qué cara se viste de luto el gobierno mexicano, aunque sí, en efecto, debe exigir castigo a los culpables.
Al final de cuentas allá o acá le muerte acecha. Allá por guerrilla contra un gobierno golpista y antidemocrático; acá porque la debilidad de gobierno, corrupción e impunidad que cuestan vidas humanas de muchos inocentes: así que ninguno de los dos países tiene mucho de qué presumir: son dos caras de una misma moneda.