OAXACA, OAX., octubre 28.- Uno de los camposantos con gran número de visitantes en la Ciudad de Oaxaca de Juárez es el Panteón General o de San Miguel, fundado en el siglo XIX. En este recinto fue sepultada una hija de Benito Juárez y Margarita Maza Parada de Juárez, llamada Guadalupe, quien murió víctima de una epidemia de Cólera.
Se dice que en la fosa común depositaban a enfermos de Tifo aún con vida, y que los familiares, por temor al contagio, evitaban los cortejos fúnebres.
En 1834, el Cabildo y autoridades sanitarias lo catalogó como panteón municipal.
Guillermo García Manzano, director de la Casa de la Cultura Oaxaqueña, comentó en entrevista que en muchos lugares del país se acostumbra acompañar al difunto con música a su última morada, y depositar botellas de mezcal, canastos con tortillas y pan, entre otros productos que conforman el itacate para el viaje definitivo, como en tiempos prehispánicos.
En velorios se entregan botellas de licor, velas, chocolate que preparan para soportar el frío de la noche, e incluso dinero, esto lo vemos en muchas comunidades rurales de Oaxaca, a manera de guelaguetza.
En ocasiones se designa a una persona para que apunte el nombre de quienes entregarán este tipo de apoyos a la familia del difunto, para posteriormente en un caso semejante, hará lo mismo.
Otra costumbre era bailar y beber mezcal luego de la muerte de bebés dado que morían sin cometer pecados, lo cual los convertía en angelitos, así que los padrinos de bautizo organizaban un ceremonial, colocaban una diadema en la cabeza de las criaturas y alas en sus hombros, y adornaban el lugar con flores blancas.
A partir del próximo 31 de octubre templos, hogares, cementerios y lugares públicos lucirán con altares, ofrendas y flores de cempasúchil.
