OAXACA, OAX., noviembre 9.- Los llamados “antros” para jóvenes están proliferando en el Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca y permanecen abiertos hasta altas horas de la madrugada, por lo que “la autoridad municipal debe reglamentar que no se venda licor de más a los parroquianos”, demandó Salvador López López, dirigente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño (Canacope).
El número de estos centros de consumo de licor en pleno centro de la ciudad Oaxaca de Juárez se está incrementando, “se supone que con complicidad de la autoridad municipal que permite que cierren sus puertas a la hora que se le antoja a dueños o administradores, cuando normalmente deberían concluir actividades a las 23 horas o primera hora del día siguiente”, comentó.
López López aseguró que los llamados “antros” donde se embriagan los jóvenes, hombres y mujeres, no están afiliados a la Cámara, “tenemos registradas cantinas o bares con varios años de funcionamiento, que administran en la actualidad, hijos de quienes fundaron este tipo de negocios”.
¿Responsable del incremento de antros?
– “Desde la administración de Luis Ugartechea se permitió la apertura de estos centros de vicio y perversión de la juventud en las calles de Matamoros, Porfirio Díaz, donde está un centro exclusivo para varones de costumbres raras, Andador Turístico, Gurrión y 5 de Mayo, entre otras”.
“En 20 de Noviembre, en el Centro Histórico, abrió puertas otra emborrachaduría y ante el funcionamiento de cantinas, antros o lupanares en diversos lugares de la ciudad, el dirigente de la Canacope, espera y confía que la autoridad municipal reglamente el consumo de alcohol en los jóvenes y menores de edad”.
“Confirmado está que cantinas, bares o lugares clandestinos donde se vende alcohol, son centros de reunión de todo tipo de delincuentes; últimamente se permite el ingreso de mujeres y el aumento de este tipo de negocios negros, debe investigarse por parte del Ayuntamiento”, agregó.
Al inicio de la administración municipal, el Presidente afirmó que no se permitiría la apertura de ningún centro de vicio (cantinas o bares) pero sucede lo contrario.