MÉXICO, D.F., noviembre 26 (apro).- Los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aseguraron que la política federal de enfrentar a la disidencia magisterial con la fuerza pública “desnuda la naturaleza autoritaria del gobierno”.
En rueda de prensa, los dirigentes de la Coordinadora en Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas y el Distrito Federal rechazaron la “lógica de guerra” con la que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha decidido enfrentar la “estrategia” magisterial para boicotear la evaluación del desempeño en sus estados.
“Manifestamos nuestro repudio a la represión que la Coordinadora está sufriendo en distintos estados y elevamos esta protesta para decirle al gobierno que México no está en guerra, y que por lo tanto los militares, los gendarmes y la fuerza pública deben estar encuartelados”, dijo Rubén Núñez Ginés, líder de la sección 22 de Oaxaca.
Y a unos días de que se aplique la prueba precisamente en su estado, el próximo fin de semana, el representante de los 82 mil docentes que integran la CNTE en Oaxaca declaró a sus agremiados en “alerta máxima”, “preparados” para enfrentar la “persecución” en su contra que, arguyeron, se compone de ataques mediáticos, confrontación física y embates judiciales.
“La presencia de la fuerza pública no nos intimida. Vamos a continuar la ruta, en resistencia. Seguimos en boicotear la aplicación de los exámenes y seguiremos saliendo a las calles y a las plazas a protestar contra esta reforma administrativa, punitiva y laboral, mal llamada educativa.
“No se puede hablar de una reforma educativa sin fundamentos pedagógicos, simplemente aplicando pruebas estandarizadas que no corresponden con la realidad del país. Nosotros, los maestros del país, somos los responsables de la educación en nuestro pueblo. El gobierno sólo responde a intereses empresariales y de organizaciones económicas internacionales”, lanzó el oaxaqueño.
Y concluyó: “Nosotros no estamos en contra de la evaluación ni de una reforma educativa. Lo que estamos exigiendo es que se escuche nuestra propuesta y debatir”.
Juan José Ortega Madrigal, secretario general de la CNTE en Michoacán, dijo ver con tristeza la “satanización” del gobierno federal a los trabajadores de la educación con un solo objetivo: “Denigrar el trabajo que hemos venido realizando y que tiene sustento de carácter educativo y social”.
Explicó: “Rechazamos el terrorismo de Estado, la condición político militar que han empleado como estrategia única del gobierno federal para imponer este proceso de evaluación. La CNTE no es un movimiento terrorista, armado, que requiera de la fuerza pública. Somos un movimiento gremial, social, político, de masas que ha tomado una posición firme en contra de una reforma educativa equivocada”.
Ortega Madrigal afirmó que la aplicación de la evaluación del desempeño en su estado fue un fracaso, con la participación de apenas mil 600 de los maestros convocados, a pesar de las medidas “desesperadas” de las autoridades.
“La evaluación en Michoacán fue un fracaso. Ni el uso de la fuerza ni el hostigamiento ni el miedo fue suficiente. El boicot es un trabajo de convencimiento que hemos trabajado durante meses. No fue suficiente la operación de carácter militar, impropia de una Secretaría de Educación, con maestros acosados, recluidos en hoteles y transportados en helicópteros de la Policía Federal y autobuses resguardados para presentar la prueba”, relató.
La propia SEP, recordó el michoacano, reconoce que la prueba apenas la presentaron 35% de 6 mil trabajadores convocados. Y aun así desconfía de las cifras.
“La SEP ha hecho un circo de cifras. Hubo personas que no eran ni maestros. Por primera vez y aunque nos cuesta decirlo, coincidimos con organizaciones como Mexicanos Primero, que exige que se clarifique el proceso de evaluación en Michoacán, toda vez que no permitieron la presencia de observadores en la aplicación de la evaluación. Hasta la misma clase empresarial duda en estos momentos de la veracidad de los datos que presenta la SEP”, dijo el sindicalista, asegurando que la SEP no tendría capacidad de sustituir a los miles de docentes que no presentarán la evaluación.
Sobre las declaraciones del secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, quien advirtió a quienes “pretendan” impedir la evaluación que “enfrentarán a la fuerza pública”, el dirigente de la CNTE en la capital del país, Enrique Enríquez, fue contundente:
“Nuño es un policía que está como secretario de Educación Pública. Hoy está utilizando toda la fuerza pública para presionar y hostigar a los maestros a que se presenten a la evaluación: desde correos electrónicos, llamadas a las casas y visitas a las escuelas hasta usar helicópteros de la Policía Federal. Parece más un secretario de Gobernación que de Educación Pública.
“Ha sido capaz de reunir a todos los gobernadores y a las fuerzas federales para determinar la política militar para las evaluaciones. Esto ni siquiera (Osorio) Chong lo había hecho. Eso quiere decir que (Osorio) Chong ahora es empleado de Nuño, que está usurpando ese puesto. Es un soberbio que no escucha a nadie. Nada más cuando va a las escuelas (de gira de promoción) juega al maestro y se toma la foto”, remató Enríquez.