LIBROS DE AYER Y HOY
En un país laico como México, resulta contradictorio que los derechos de los no creyentes no se respeten. Al declarar laico al país, la constitución consagra las ideas y creencias, porque se supone que al menos estas últimas entran en el ámbito privado.
Pero ¿que sucede cuando éstas toman la calle y desplazan los derechos de quienes no tienen esas creencias, generando caos, contaminación, embotellamientos, que tratándose de manifestaciones políticas serían censuradas cuando no agredidas?.
En el país los curas han hecho lo que les da la gana en la vía pública, sin tomar en cuenta a millones de mexicanos que no piensan como ellos. Actualmente se habla de 89 millones de católicos cifra que se va estancando, en la medida en que va subiendo el de evangélicos calculado en alrededor de 23 millones.
Estos datos proporcionados en una encuesta del Instituto Mexicano de la Doctrina Social Cristiana reproducida en algunos medios, parte de lo 120 millones de mexicanos que somos. Pero ¿que pasa con ese sector, de ocho millones, cada día más amplio que queda atrapado en aquellas dos cifras y que lo constituyen los no creyentes, agnósticos, antireligiosos, los llamados herejes, librepensadores etcétera. que tienen que aguantar medidas antilaicistas que las propias autoridades promueven?
La Basílica de Guadalupe es el más grande adoratorio de Latinoamérica, dicen las autoridades con regodeo y destinan un gran presupuesto- que es de todos, creyentes o no-, fuerza pública, tiempo, seguridad, medidas sanitarias, etcétera, de un dinero que debería de ser utilizado para necesidades generales.
Y para colmo la capital y parte del país, se aprestan a recibir a un jefe católico con todo el aparato y el gasto de un estado laico, que lo considera normal, violando los derechos de millones que no estamos de acuerdo con esas medidas. Hay un problema muy grave, el de las enfermedades respiratorias, que según cifras oficiales se disparan este mes.
Algunos medios han dado datos de que dichas enfermedades se elevaron en el Distrito Federal 35 por ciento en 2013 y 60 por ciento en 2014. En diciembre del año pasado se dio a conocer que el Hospital Pediátrico de Coyacán, tenía una ocupación de 80 por ciento de niños con males respiratorios y su director Miguel Camarillo Valencia señaló que la de fin de año “es una época muy difícil para toda la población”.
En datos de INEGI, ha habido más de 450 mil muertes por males respiratorios de 2003 al 2012 y el Distrito Federal ocupa uno de los primeros lugares. Y las autoridades hacen como que la virgen les habla poniendo en peligro a la población, sin tomar medidas que sin alterar costumbres, dejen a salvo los derechos de los capitalinos.
Ya desde tiempos inmemoriales se ponían en duda todos estos aparatos de una fe promovida. La historia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe ha sido cuestionada a lo largo de las épocas incluso por importantes prelados e historiadores, entre estos el gran historiador Joaquín García Icazbalceta. Pero la iglesia católica ha tratado de legitimar no solo dichas apariciones sino la existencia de Juan Diego, pero no ha protestado cuando a éste lo convierten en un beato con características blancas, barba incluida.
Los editores de la Enciclopedia Guadalupana -talleres Robles hermanos S.A. 1997-, trataron de subsanar el hecho con el llamado Códice 1548, considerado por ellos como “el más antiguo documento de las apariciones guadalupanas”, en cuya autenticidad involucran a Fray Bernardino de Sahagún, y ¡ a la propia UNAM!.
Es un documento de interés aunque poco convincente si ve uno las presuntas imágenes dejadas en el sitio de las apariciones, borrosas, con detalles inaprehensibles. Por ello, de lo manifestado más arriba sobre su celebración y el códice, mejor que la virgen nos hable…
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