Luego del movimiento telúrico del sábado en la noche que dejó al menos 480 muertos en Ecuador, rumores acerca de un inminente temblor de magnitud 8.6 que sacudirá a México comenzaron a circular en las redes sociales. Ante esta situación, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) indicó que “no opera ninguna alerta sísmica” y que “los terremotos no se pueden predecir”
CIUDAD DE MÉXICO, abril 19 (EFE).- Los sismos de magnitud superior a 7 en la escala de Richter ocurridos en menos de 48 horas en Kumamoto (Japón) y en la costa de Ecuador no tienen relación causal alguna o implicaciones en la sismicidad de México, afirmó el especialista Víctor Manuel Cruz Atienza.
El jefe del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recordó que el país se ubica en una región “tectónicamente muy activa”, en la que cinco placas interactúan entre sí.
“Una de las que producen la mayor cantidad de sismos es la de Cocos, que abarca la mayor parte de la zona desde Jalisco hasta Chiapas. Esa tectónica seguirá produciendo terremotos de gran magnitud”, indicó Cruz Atienza, citado en un comunicado del Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Explicó que aunque Japón y Ecuador están en el Cinturón de Fuego, lugar donde se concentra la mayor actividad sismológica y vulcanológica del planeta, los terremotos en esos países “no guardan ninguna relación ya que fueron provocados por distintas placas tectónicas sin interacción entre ellas”, y calificó la coincidencia de “un fenómeno completamente normal y (que) seguirá ocurriendo”.
Enfatizó que las placas que interactúan en los dos países son diferentes. En el caso de Japón, las dos placas que están en interacción son la Filipina, que se encuentra por debajo de la Placa Asiática, y en el caso de Ecuador es la de Nazca, que está por debajo de la Placa de Sudamérica.
El especialista dijo que “es casualidad que en los últimos años la actividad sísmica se pronuncie en marzo y abril” y que no hay ninguna relación causal entre las épocas o temporadas del año y la ocurrencia de sismos.
Consideró que “no es atípica” la actividad sísmica en Ecuador ya que su historia registra varios terremotos mayores a magnitud 7 en el último siglo y uno de ellos por lo menos de 8.3, en 1906, que produjo un tsunami devastador.
Por otra parte, el investigador señaló que ante las versiones que circulan en redes sociales según las cuales investigadores del Departamento de Sismología de la UNAM “han predicho la ocurrencia inminente de un gran terremoto en México”, el Servicio Sismológico Nacional e investigadores de dicho departamento afirmaron que “esta información es apócrifa y completamente escandalosa”.
Cruz Atienza exhortó “a ignorar información de esa naturaleza, pues no es posible predecir los sismos”, y subrayó que la población debe remitirse a fuentes oficiales y especializadas.
“No debemos esperar nada especial en nuestro territorio como consecuencia de los sismos ocurridos en Japón y Ecuador. Simplemente debemos estar preparados para los que ocurran en el futuro incierto”, aclaró Atienza según el comunicado.
Cabe recordar que en 1985 un temblor de magnitud 8, cercano a las costas de México, causó el derrumbe de centenares de edificios en la capital y dejó al menos 9 mil 500 muertos.