LIBROS DE AYER Y HOY

El Brexit se volvió muy buen pretexto para justificar todo lo que nos están imponiendo. El mal de muchos campea por todos lados y es buen momento para elevar el precio de la luz, que fue uno de los baluartes en los últimos meses. Todas las promesas se van cayendo poco a poco y la gasolina es otro ejemplo. Y el más grave, los medicamentos, para los que no hay control oficial.

Del IMSS se dice que va recuperando altura, pero ningún asegurado la ve y menos la verá ahora que se anuncia -porque eso si, como Osorio Chong, usan protocolos de avisos para que no se diga- la privatización de los servicios más importantes.

De hecho se confirma lo que ya se veía en la atención desde hace años. Los ojos, los problemas dentales, cuestiones que se consideran menores, como los de los pies, de la piel, síntomas a los que restan importancia, los análisis anuales y un sinfín de cosas se habían ido borrando de los servicios de esa institución.

A la tercera edad le redujeron los espacios y las horas de visita, cuando no la enviaron a los tres meses de visiteo y solo para recoger medicamentos. Estos ya tienen un control más estricto con los especialistas y el IMSS se concreta de hecho a dar los medicamentos básicos, muchos de los cuales han sido superados con modernos medicamentos.

Un ejemplo es el de los ojos, para los que se receta hipromelosa en ciudades de alta contaminación como la Ciudad de México, cuando existen medicamentos modernos más efectivos. Lo irresponsable es que tratándose de problemas como el glaucoma, el IMSS remite al paciente a la compra privada, “porque no tenemos lo indicado”.

Con el fracaso que está resultando el seguro popular, la criatura de Calderón, la farmacéutica transnacional ha clavado el diente y la propia Asociación Nacional de Farmacias de México lo reconoce en los precios exorbitantes que cambian de la noche a la mañana sin que la Secretaría de Salud proporcione una explicación adecuada.

La argumentación que tiene es el  alza del dólar…y el brexit!   Los porcentajes que maneja la Asociación se quedan cortos; hay medicamentos que han aumentado el mil por ciento y lo peor es que sistemas de descuento como el Farmacón  por ejemplo que usaba la Comercial Mexicana, se está dilapidando mientras Soriana, dueña ahora de la mayoría de esas tiendas, impone otro sistema más caro.

A río revuelto, hacen su entrada la venta ilegal de medicamentos en los tianguis y desde luego el charlatanismo de los que ofrecen todo tipo de curas  -con las complicidad de las televisoras y algunas radiodifusoras-, sin  ningún  apoyo científico.

Charlatanes de la salud es uno de esos libritos que aparecen de vez en cuando para advertir sobre el uso indiscriminado de hierbas, sistemas de tensión, dietas, vendas, parches,  toques y otras faramallas, que teniendo en muchos casos un origen benévolo, son utilizados por empresas y personas para crear lo que llaman productos milagrosos.

El librito -Editorial Libra 2004 primera edición con varias ediciones posteriores-, lo firma el doctor Jean Paul Stevens quien en  128 páginas hace un recorrido sobre esa industria paralela de la medicina de patente, que la Secretaría de Salud en algunos casos ha parado, pero que de repente vuelve a aparecer, quizá a partir de una negociación o ilegalmente.

En algunos casos escandalosos se han sabido resultados terribles de esos tratamientos, pero no hay un seguimiento auténtico en el uso de tés, gelatinas, jabones, cremas, cápsulas y otros, que  carecen de un origen patentado.

Stevens hace la distinción en plantas que desde tiempos inmemoriales han sido utilizadas como medicina natural, pero señala que su tratamiento debe ser consultado con médicos. Informa que la Natural Medicines Comprehensive Database considerada la base de datos sobre remedios naturales más completa del mundo, incluía en su edición de 1999, un total de 964 remedios de las medicinas naturales de los cuales solo 45 tenían eficacia probada.

Hay que cuidarse, advierte, de los merolicos a los que también incluye en el título del libro. Ante la carestía de los medicamentos y la privatización en marcha de las instituciones de salud, ¿cuántos de esos -merolicos y charlatanes-, harán su entrada triunfal?

laislaquebrillaba@yahoo.com.mx