OAXACA, OAX., julio 24.- Evasivo, el arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello no quiso dar su opinión sobre los señalamientos del joven catequista Lenin López Jiménez y la madre de éste, quienes acusaron directamente al sacerdote vicario de la Catedral Metropolitana, Carlos Franco Pérez Méndez, de haber violado al menor de edad en plena casa de Dios.

Conminados los reporteros a ceñirse al comunicado de prensa entregado con anticipación y luego a una pregunta sobre el tema para cada medio de comunicación, Chávez Botello concluyó su conferencia de prensa de este domingo y prácticamente huyó hacia sus aposentos.

Consultado por una reportera sobre cuál era su opinión respecto al señalamiento, el Arzobispo de Oaxaca cortó: “Ese es un tema que tiene que responder el padre Carlos Franco; yo nada tengo qué decir”, y se fue.

Mientras tanto, durante la conferencia escueta, en vísperas del primer Lunes del Cerro, Chávez Botello, dijo que la Guelaguetza es una fiesta que ha sido esperada por muchos y cuestionada por otros; sin embargo, para las y los oaxaqueños es un respiro en medio del conflicto y la violencia.

Y es que tras el anuncio de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), de no boicotear la máxima fiesta de los oaxaqueños, el Jefe de la Iglesia Católica en Oaxaca felicitó y agradeció a los maestros por dicha decisión.

En ese sentido, más que contraponerse la llamada “Guelaguetza Popular” –promovida por los integrantes del Magisterio– con la Guelaguetza oficial se complementan, señaló el Prelado, quien consideró indispensable mantener vivas las raíces y el sentido de la fiesta.

Ante ello, llamó a los maestros a cultivar en sus alumnos el aprecio a las raíces, pues “si queremos el bien de la sociedad de Oaxaca, la raíz de la fiesta está en el corazón del pueblo”; no obstante, si se reduce sólo a comercio se pierde su razón de ser.

“Muchos países sólo cuentan con museos para encontrarse con sus antepasados; nosotros somos privilegiados al contar con regiones y comunidades indígenas vivas portadoras de un rico patrimonio cultural que enorgullece a cualquier pueblo y persona sensata”, subrayó.

Asimismo, se pronunció a favor del comercio porque es parte de la fiesta y responde a necesidades concretas de cada comunidad para ofrecer sus productos y adquirir lo que necesita, siempre y cuando no se abuse de esta actividad, aclaró.

También recalcó que las fiestas de la Guelaguetza, además de mostrar la belleza y valores culturales más allá del Estado, beneficia a miles de artesanos, familias y prestadores de servicios en diferentes campos que sostienen fuentes de trabajo.

Todo ello “abona al intercambio, a la socialización y al bien común de Oaxaca, pero sin debilitar sus raíces”, dijo el arzobispo Chávez Botello en conferencia de este domingo en la Catedral Metropolitana.