+ Turistas de México y de otras partes del mundo, reciben con agrado estas expresiones de la cultura oaxaqueña.
OAXACA, OAX, julio 25.- Las más de 11 mil personas que ingresaron al Auditorio Guelaguetza para presenciar las costumbres y tradiciones de Oaxaca, a través de las delegaciones que participaron en la edición matutina de los Lunes del Cerro, quedaron admiradas y cautivadas por la destreza, colorido de vestuario, dominio de alguna lengua étnica y manifestación de alegría por parte de los danzantes.
No solo los turistas disfrutaban de la fiesta folclórica y cultural, sino también los propios integrantes de las delegaciones, como Juan Manuel Noyola originario de Santiago Llano Grande, de la Costa oaxaqueña.
El participante de la Danza de los Diablos –baile característico de la raza negra ubicada en la Costa chica y que se baila en la festividad de Todo Santos a partir del mediodía del 31 de octubre hasta el 2 de noviembre- irradiaba su orgullo de estar presente en este escenario cultural, donde se presenta la máxima fiesta del pueblo oaxaqueño.
“Es la primera vez que venimos”, decía detrás de su máscara elaborada de cuero y cachos de venado y vestido con un pantalón y saco negro. El joven de 23 años lo describía así: “Se siente increíble venir a este escenario”, mientras daba detalle de la danza que consiste en un ritual, donde participa también un diablo viejo y su esposa, a la cual nadie tiene derecho de tocarla.
A su vez, Fabiola Pérez, integrante de la delegación de Tlacolula de Matamoros, quien también por primera vez participaba en la Guelaguetza, expresaba su regocijo de estar presente en esta festividad del Lunes del Cerro.
Después de presentar la Mayordomía de Tlacolula, recordaba que tuvo que inscribirse en la convocatoria y después continuar -junto con los demás seleccionados- el intenso ritmo de ensayos para que todo saliera bien al momento de la presentación en la Rotonda de la Azucena.
La joven explicó que dentro de todos los elementos que integran su indumentaria, destaca que solo las señoritas son las que portan un pañuelo que significa pureza y realizan el papel de canasteras. En tanto, las que bailan con un varón, llevan colgando las llaves en su cintura como un símbolo de que son las administradoras de su hogar.
Asimismo, la adolescente Annia Velásquez Estrada -16 años- mostraba su nerviosismo porque sería la primera vez que participaría con la delegación de San Juan Bautista Tuxtepec, para interpretar el tan esperado baile “Flor de Piña” –que representa la alegría de la mujer por la buena cosecha de este fruto-.
Emocionada expresó que de un total de 100 jóvenes que se inscribieron para ser parte de esta delegación, solamente 36 resultaron electas, quienes tuvieron que dedicar un promedio de 7 meses para dominar los movimientos.
RECONOCEN TURISTAS A OAXACA COMO UN MOSAICO DE CULTURA Y TRADICIONES
En otro escenario, la señora Laura Gonzalo, proveniente de la ciudad de Torreón, Coahuila, señaló que ella junto con su hija, tenía meses de estar preparando su visita a esta entidad, específicamente acudir a la Guelaguetza.
Relató que el año pasado visitó la entidad, pero ya no tuvo oportunidad de disfrutar de esta festividad, por lo que con anticipación se organizó para poder asistir en este mes nuevamente a la entidad oaxaqueña.
“Lo que me cautivo de Oaxaca fue su comida y el trato de su gente, pero en esta ocasión me acompañó mi hija. ¡Pero el próximo año, me traeré al resto de la familia para que también disfruten estas danzas y bailes que están hermosas!” afirmó la señora Gonzalo.
En tanto, el matrimonio conformado por José Godínez y Beatriz Posada, oriundos de Guadalajara, Jalisco, señalaron que es la segunda ocasión que visitan el estado y han permanecido 5 días, los cuales han sido insuficientes para conocerlo.
“Recomendaríamos ampliamente el estado, ya que tiene una gran diversidad de folclore, artesanías, vestimenta. Nos falta tiempo para conocer otro poco más de Oaxaca”, refirió el matrimonio.
La primera emisión de la Guelaguetza concluyó con la presentación de Santiago Pinotepa Nacional, quienes llevaron sus tradiciones sones y chilenas llenas de picardía que dejaron en el público el ánimo de regresar por la tarde en la emisión vespertina y aun repetir en la Octava de la Guelaguetza.