OAXACA, OAX., julio 31.- “Oaxaca y las y los oaxaqueños tienen mucho que aportar para alcanzar la paz”, afirmó el arzobispo de la ex Verde Antequera, José Luis Chávez Botello, en su acostumbrada conferencia de prensa dominical, en la que ya no volvió a referirse a la denuncia de violación que pesa sobre el sacerdote Carlos Franco Pérez Méndez, vicario de la Catedral Metropolitana.
El Jefe de la Iglesia católica en la entidad cambió de tema como para echar tiempo y olvido a las quejas contra los sacerdotes por presuntos hechos de pederastia y violaciones, así como en contra de él mismo por el supuesto delito de encubrimiento, y se refirió mejor al “malestar” que existe entre la sociedad “por las continuas expresiones de violencia”.
Así, Chávez Botello enfiló sus baterías hacia otros temas menos escabrosos para él y urgió a las instituciones de gobierno, de la política, de la educación y a los diferentes liderazgos de la sociedad a “no retardar más la solución tan anhelada”.
Luego de la misa de mediodía en la Catedral Metropolitana, donde el presunto violador de jovencitos, Carlos Franco, es Vicario, el jefe de la Iglesia Católica en la entidad oaxaqueña afirmó que “la sociedad quiere ver acciones claras, tanto de las autoridades como de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación”.
Luego, volvió a su postura de dar consejos y recomendaciones, como el que ve la paja en el ojo ajeno, pero nunca la viga en el suyo propio. “No gastemos energías en atizar la violencia, sino que la paremos y la mejor manera de pararla, de debilitarla, es aportando el bien, es sacando lo bueno que hay, ya que la justicia social es una emergencia en esta situación” (sic).
Señaló que al turismo le atrae lo bello de Oaxaca, pues los conflictos y la violencia los ahuyentan; por consiguiente, la sociedad debe exigir orden y solución a los problemas; sin embargo, parece que “la mayoría de los ciudadanos están a la expectativa y no han tenido la iniciativa de alzar la voz con acciones no violentas”.
Y exigió lo que no hace como Arzobispo con su grey: “Urge tener el valor de voltear a ver y escuchar a tantas víctimas inocentes del conflicto y a personas muy dañadas de diferentes sectores; la sociedad no puede esperar por los siglos de los siglos la solución; encaucemos el malestar en acciones que abonen a la reconciliación social” (re sic).
Chávez Botello, miembro de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), la más alta jerarquía dentro de la Iglesia católica nacional, dijo que “la Iglesia no pueda quedar indiferentes, pues el conflicto que se vive en la entidad es como una grieta en una presa y si se deja se va haciendo más grande y puede haber una catástrofe”.
