OAXACA, OAX., octubre 2.- Tras el linchamiento de un presunto ladrón en Santiago Matatlán, el arzobispo de la Ciudad de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, manifestó que dicho acontecimiento “es vergüenza no sólo para Oaxaca sino para todo el país que suceda esto en nuestra sociedad”.
En ese sentido, dijo que el ajusticiamiento no es la forma de hacer justicia, por lo que sí es importante que se deslinden responsabilidades ante un hecho que no se puede silenciar con nada, subrayó el representante de la Iglesia Católica en el Estado.
“Porque no solamente es una pared de fracaso de la educación en la familia, es una pared de fracaso de la educación de calidad, es una pared de fracaso del respeto a las leyes, del respeto sobre todo a la vida”, puntualizó el Prelado.
Ante ello, llamó a la ciudanía a no perder el rumbo, a no desalentarse y desesperarse en este esfuerzo por impulsar la reconciliación y paz social de Oaxaca, ya que el proceso es largo y no de cinco o diez años, sin embargo, es semilla que va calando, y tarde o temprano, dará fruto”, dijo.
“Pese a que las cicatrices no se borran rápido, en Oaxaca nos urge apretar en este proceso, pues el linchamiento en Santiago Matatlán es una sacudida a toda la sociedad; es un llamado a revisarnos a fondo y sobre todo en la manera de hacer justicia”, explicó el Arzobispo.
Asimismo, dijo que el fondo del asunto es el deterioro de la persona humana, pues ya no importa si se mata, se mutila o se vende como mercancía, “he ahí la gravedad, pues no pocos se sienten con derecho de quitar la vida”, lamentó el Prelado.
Finalmente, en la conferencia de prensa de este domingo, luego de la misa de mediodía que encabezó el arzobispo José Luis Chávez Botello, reconoció que no se ha trabajado bien en distintos sectores de la sociedad para luchar por la verdad, la unidad y el bien común, puntualizó.
