+ Aceptan las recomendaciones de la Defensoría, pero las dejan sin cumplir, acusa el Ombudsman estatal + El Gobierno administra conflictos, en vez de solucionarlos, acusa

OAXACA, OAX., octubre 25.- En este periodo confirmamos la vocación demagógica de distintas autoridades frente a los derechos humanos de la población, pues formalmente han aceptado las recomendaciones formuladas por esta Defensoría, pero en los hechos las han dejado sin cumplir, expuso el Defensor de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), Arturo Peimbert Calvo, al rendir su cuarto informe anual de actividades el 25 de octubre último.

Advirtió que sólo el déspota puede observar la defensa de los derechos humanos como un riesgo y que la simulación en este ámbito implica una traición a la democracia.

“Por ello hoy, en Oaxaca observamos que el discurso sobre derechos humanos está plenamente incorporado a la voz de los gobernantes, pero la realidad cotidiana se encarga de desmentirla, una y otra vez”, acusó.

Al detallar su cuarto informe de actividades, indicó que la actual administración gubernamental ha demostrado en diferentes ocasiones una lamentable incapacidad para proveer de servicios básicos dignos a la población, “como los de salud, educación y seguridad pública, por sólo mencionar tres de los más reclamados”.

El titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca expresó que  esta administración gubernamental ha demostrado una permisividad hiriente al omitir la aplicación de sanciones a servidores públicos que, en vez de cumplir sus obligaciones de atención y protección a la ciudadanía, han hecho mal uso de su encargo, dejando en el desamparo a quienes les urge que los recursos públicos sean puestos al servicio de la comunidad.

“Ha sido evidente también –añadió Peimbert Calvo – la negativa a solucionar de fondo los conflictos agrarios y sociales que permanentemente riegan al estado con sangre fratricida; ¿cuánta más sangre se necesita para que el gobierno deje de administrar de manera perversa los conflictos y comience a abordarlos desde la perspectiva de los derechos humanos?”

El Ombudsman estatal calificó como muy graves los actos de autoridad cometidos contra la población civil de Asunción Nochixtlán el 19 de junio de este año. Adelantó que la masacre de Nochixtlán tendrá su propio espacio, en un informe especial que ya prepara este organismo para “señalar desde los espacios que podamos las graves violaciones a derechos humanos que implicó la atrocidad del 19 de junio”.

Y tras anticipar que la Defensoría seguirá colaborando con la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y con la resolución que tendrá que hacer sobre este caso la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Peimbert Calvo garantizó que el organismo hará todos los esfuerzos para alcanzar la justicia para todas las víctimas de esa agresión, especialmente para los ocho caídos en Nochixtlán y Hacienda Blanca.

El Defensor del Pueblo de Oaxaca resaltó las actividades de mediación y conciliación del organismo autónomo en conflictos políticos y sociales que se presentaron a lo largo del periodo de este informe, “graves por su naturaleza, toda vez que inciden en forma directa en las condiciones de gobernabilidad de distintas regiones del estado”.

En presencia de las consejeras Martha Julia Avendaño Córdova, María Eugenia Mata y Sara Pilar Méndez Morales, así como de los consejeros Héctor Lorenzo Estrada, José Bernardo Rodríguez Alamilla y  Pedro Matías Arrazola, Peimbert Calvo señaló antes que los recursos para la defensa de los derechos humanos del pueblo de Oaxaca deben crecer año con año, “en vez de mantenerse estáticos e inclusive disminuir, como sucedió en la presente administración”.

Agregó que  esta disminución es una omisión más que señalar  al Poder Ejecutivo estatal, pues el 10 de marzo de 2014 el gobernador Cué se comprometió con el Consejo Ciudadano de la Defensoría a que el presupuesto para esta institución sería irreductible y con un aumento progresivo. “Nuevamente, los hechos muestran lo vacío de las palabras”.