OAXACA, OAX., enero 15.- Luego de la violencia que se vivió el pasado 6 y 7 de enero entre los habitantes San Juan Juquila Mixes, su agencia Guadalupe Victoria y el municipio de San Pedro Ocotepec, el arzobispo de la arquidiócesis de Antequera Oaxaca, José Luis Chávez Botello, indicó que los graves errores que alimentaron la ambición, la corrupción y la impunidad tuvieron como consecuencia el deterioro económico, político y social que hoy sufrimos todos.
“Los hechos de las últimas semanas nos están descubriendo una realidad que por décadas no le dimos importancia ni afrontamos en sus causas; se ocultaba por diferentes razones y hasta por intereses, sin embargo, la frustración, la violencia, la irritabilidad y la desesperación son palpables, por consiguiente, urge una revisión y restauración general desde los cimientos, no hay otra salida”, subrayó el Prelado en la acostumbrada conferencia de los domingos en la Catedral Metropolitana.
En ese sentido, opinó que los enfrentamientos que se han dado en algunas comunidades de Oaxaca y que son una realidad permanente, deben ser atendidos en primer lugar por las partes en conflicto y luego por las autoridades competentes, pues son los habitantes de dichos lugares los que causan los problemas, por lo tanto, deben aprender a ceder para que encuentren caminos de reconciliación y de paz entre ambas poblaciones, puntualizó.
Ante esta situación, el Jefe de la Iglesia Católica en la entidad manifestó que es vergonzoso que algunos tengan miedo de perder un poco de comodidad y de sus ganancias a costa de la mala educación, la pobreza, hambre y hasta de muerte de no pocos, por lo que llamó a que se revisen los privilegios de los grupos y sectores a todos los niveles, aclarando que no se trata de ir en contra de las autoridades, sino de revisar la situación que se vive y comparar.
Ya que entre la ciudadanía oaxaqueña comienza a gestarse un aprendizaje que está no sólo en la cabeza, sino en el instinto y en el corazón de muchos que piensan que si no hay violencia no se resuelven los asuntos pronto, alertó el arzobispo José Luis Chávez Botello.