OAXACA, OAX., enero 22.- Luego de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello, llamó a la ciudadanía a ponerse las pilas y responder a esta emergencia que representa la inminente deportación de miles de mexicanos, por lo que –alertó– “ya no hay tiempo que perder”.
Señaló que el país, la ciudadanía y el Estado no hicieron la tarea, ya que se retardó la educación, la justicia social, las fuentes de empleo y doblegar todo lo que daña la vida; sin embargo, en este momento ya no se trata de buscar culpables ante esta situación que se avecina, sino de pensar qué hacer para que no cause tanto daño a las y los mexicanos.
Indicó, no obstante, que “las distintas actividades en la sociedad dejan mucho que desear a todos los niveles, a pesar de que ellos han ayudado a México desde allá y lo sabemos, más que el petróleo era el trabajo de esta gente que va a necesitar el abrazo y la acogida porque vienen sufriendo”.
Durante su acostumbrada conferencia de prensa de los domingos, tras su habitual homilía en la Catedral Metropolitana, Chávez Botello manifestó que sería inaceptable que las autoridades mexicanas les dieran la espalda.
“Cómo vamos a recibirlos; aquí hay una exigencia tanto al gobierno federal, como al estado y la sociedad para que no sea tan doloroso este regreso de miles y miles de mexicanos; yo creo que es bueno acogerlos con gratitud, pero también para que esta llegada acá no los encuentre en situación desfavorable”, subrayó.
Y es que algo grave está pasando, alertó el Arzobispo, quien llamó a actuar y centrarse en la verdad, la unidad, el bien común y la oración, ya que son los cuatro campos de batalla en los que se tienen que luchar desde la familia y la comunidad, si se quiere una vida y sociedad mejor, finalizó.