+ La esperada tranquilidad que Alejandro Murat Hinojosa ofreció para Oaxaca se torna en más violencia social
ESCAPARATE POLÍTICO.- En el momento en que el gobierno apresuradamente cedió en dos de los puntos más ambiciosos del Cartel 22, sentó mal precedente.
Comprometer tanto dinero público para 1 mil plazas más de maestros (el Gobernador primeramente habló de 600 y la semana pasada el Director del IEEPO, dijo que revisan 300 más) necesariamente afectará a los grupos más empobrecidos del Estado.
Así tiene que ser porque el presupuesto es el mismo y para autorizar más plazas al magisterial, otros sectores quedarán sin atención.
Es una actitud populista dar más dinero a los de la CNTE sin otra visión que la de comprar la tranquilidad social. Peor es comprometer tanto dinero sin tener previamente la fuente de ingresos. Tapar un hoyo para destapar otro, no ha dado buenos resultados a ningún gobierno.
Si el 90 por ciento del presupuesto de Oaxaca depende de la Federación y éste no llega a tiempo, la esperada tranquilidad social se torna en violencia.
El pragmatismo nos demuestra que la beligerancia del Cartel 22 se apaga sólo con el presupuesto que debería ser para el desarrollo del Estado. Cuando no hay o no llega a tiempo, sálvese quien pueda.
Decir que Oaxaca es rehén de este grupo político-sindical es una realidad. Precisamente en estos días en que asoma un poco la intención de revisar las cuentas al gobierno de la “orgía del saqueo”, los lisonjeros del “gabinato” acaban de sacarse de la manga el argumento de que “tuvo que endeudarse para poder cumplir con el déficit financiero del IEEPO y otras áreas”.
Encabezados por Hugo Tulio Félix, algunos miembros del Colegio de Economistas, tocaron medias verdades. Cierto, lo del déficit, pero también verdad lo de la “orgía” a que hizo referencia el diputado José Antonio Estefan Garfias.
Si ese dinero sirviera realmente para el impulso de la educación pública como palanca de desarrollo social, Oaxaca estaría en una situación menos deprimida.
La triste realidad es que tanto dinero –casi 30 por ciento de 86 mil millones de pesos– sirve para enajenar un ejército de 85 mil educadores, más los que se están acumulando, que funcionan como eficaz instrumento de politización, no de educación.
¿Dónde están esas escuelas con tantos maestros?
Su mecanismo de operatividad es admirable. Cuando el gobierno federal les medio quitó el control del IEEPO se aquietaron un momento, Nochixtlán los reanimó.
Sus ficciones son otro instrumento eficaz. Sostienen que en la refriega murieron ocho campesinos cuando hay testimonios de que muchos eran enfermos en grado terminal.
En la más reciente reunión entre activistas de la 22, peritos de la PGR y defensores de derechos humanos, fueron presentados como “víctimas” varios pacientes crónicos y deficiencias físicas.
Los conocen en Nochixtlán, pero ahora los presentan como “víctimas” de la represión gubernamental. Lo más raro es que aún no permiten los peritajes para saber a ciencia cierta quién hizo los disparos durante el intento de desalojo de la policía. Cuando todo se aclare, se les acabara la bandera.
Todo cuanto hagan o logren los capos del Cartel 22, es reproducido inmediatamente por sus cientos de organizaciones rémoras. Las crearon, las mantienen, las indoctrinan hasta el enajenamiento; en su nombre consiguen dinero público que se diluye en los bolsillos de los mandos jerárquicos.
Su clientelismo político crece por el bajo nivel cultural y pobreza de la gente que reclutan en las zonas proletarias. Los hacen harto maleables.
Hoy, por ejemplo, los del FALP están convocando a una marcha con machete en mano. La cosa es generar sicosis para que el gobierno ceda pronto a la pretensión de los líderes.
Lo que han conseguido los nuevos capos del cartel 22 incita a los jefes de las tribus y organizaciones que orbitan a su alrededor. Todos pretenden su tajada de pastel.
Han pulido tan bien sus métodos de presión que ahora ya no tienen que esperar las negociaciones cíclicas de mayo. Ya tuvieron respuesta en su primera charla, con todo y que los envalentados titulares de Gobernación y la SEP decían: “con la reforma educativa se acabó la doble negociación. La SEP es la parte patronal y negociará con su sindicato”.
La orden suena bien, pero no hay autoridad moral de quien quiere aplicarla. Los desaciertos del gobierno federal son réplica de las pifias que ha padecido Oaxaca con sucesivos gobernadores y colaboradores enriquecidos hasta el hartazgo.
Por eso se impregna con tanta facilidad el discurso belicoso de la CNTE. Quien diga que el Cartel 22 eructa satisfecha, se equivoca.
A Oaxaca no le queda de otra. Nuestra realidad es seguir observando la simulación de un gobierno sin voluntad de contener el resentimiento social que sigue creciendo.
Tenemos que seguir soportando una laya de audaces aventureros que crearon eso que llaman CNTE con su grupo 22 golpeador. Avanzan en la disputa por el SNTE, el sindicato más numeroso y corrompido de América. Es su objetivo y en Oaxaca tienen muchos factores para lograr su fin.
Aquí hay mucha gente que cree que realmente el magisterio lucha por la reivindicación social. Tienen el control de una gran parte de sus agremiados a los que mueven con disciplina fascista.
Han fortalecido a sus “grupos sociales” con el dinero que les da el gobierno y viene, para ellos, lo mejor. El hipotético triunfo del sempiterno candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Así que quien crea que les negociaciones políticas y financieras –muy generosas, por cierto– con el Cartel 22 permitirán un respiro a Oaxaca, peca de optimista.
Las estrategias de los “Atenco” y los “Panchos Villas”, las estrenará hoy el Cartel 22 en su marcha con el FALP.