OAXACA, OAX, febrero 10.- El sacerdote Carlos Franco Pérez Méndez, ex vicario general de la Arquidiócesis de Oaxaca, acusado de violación equiparada en prejuicio del catequista y menor de edad Lenin Moisés López Jiménez, podría pasar hasta 18 años en la cárcel luego que un magistrado del Cuarto Tribunal de Distrito revocó el auto de libertad de que gozaba, por lo que la Fiscalía estatal deberá aprehenderlo.
En conferencia de prensa este viernes, Lenin Moisés y el abogado de la Red Social de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes, Joaquín Aguilar Méndez, dieron a conocer la determinación y exigieron justicia por los actos cometidos la madrugada del Viernes Santo, 25 de marzo de 2016, en el interior de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Oaxaca.
Pérez Méndez, presbítero y Vicario de Pastoral, segundo cargo en importancia en la Iglesia católica oaxaqueña, después del arzobispo José Luis Chávez Botello– presuntamente violó al menor tras invitar bebidas alcohólicas a dos de ellos.
El entonces menor de edad denunció, acompañado de sus familiares, el hecho el 29 de marzo de 2016 por el delito de violación equiparada, tras lo cual se libró orden de aprehensión; sin embargo, el Juez de lo Cuarto Penal dictó auto de libertad al considerar que “no había elementos para procesarlo”.
El abogado Aguilar Méndez informó que es el primer caso en México que es llevado a juicio y debería aplicarse el peso de la ley, pues en el país hay múltiples casos de abuso sexual por parte de sacerdotes; tan sólo la agrupación que encabeza lleva 520 casos.
Informó que el sacerdote Carlos Franco debió entregarse voluntariamente ante la justicia, lo cual no hizo, por lo que la Fiscalía General del Estado deberá aprehenderlo.
Aguilar Méndez aceptó que en el país hay contabilizados unos 500 expedientes penales en contra de sacerdotes y representantes de la iglesia en México que han cometido el delito de pedofilia y pederastia, en prejuicio de más de 10 mil víctimas, la mayoría de estas infantes, menores de edad, y solo en Oaxaca se tiene documentada una actuación firme de la justicia.
Por su parte, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, quien estuvo presente en la conferencia, señaló también que debería llamarse a testificar al arzobispo Chávez Botello, además de renunciar como lo pidió el Papa Francisco por proteger a curas violadores y pederastas.
El padre Carlos Franco tuvo que haberse presentado voluntariamente ante las autoridades, pero no lo hizo y se desconoce su paradero.
Aseguró que con la apelación se retomará el caso y buscan que el sacerdote pague los hechos cometidos el pasado 25 marzo en la iglesia Metropolitana.
Según el expediente penal 274/2016, la denuncia por violación fue presentada el 29 de marzo de 2016 por el joven catequista que prestaba sus servicios en diversas parroquias y que hace cuatro años, en 2012, llegó a la Catedral de Oaxaca.
Al despertar, se dio cuenta que había sido ultrajado y decidió avisar a sus padres y denunciar el hecho, mientras que el arzobispo solo se limitó a decir que se abriría el caso correspondiente.
Sin embargo, el juez del Juzgado Cuarto Penal, Juan Gómez Ríos, otorgó el auto de libertad a Pérez Méndez por falta de elementos del presunto abuso sexual agravado.
En los casos del sacerdote Silvestre Hernández, quien fue detenido luego de abusar a 100 menores y está en espera de sentencia condenatoria y ahora en contra del ex vicario general de la Diócesis de Oaxaca, Carlos Franco Pérez, quien se encuentra prófugo de la justicia, luego de que un juez ordenara su recaptura por haber abusado sexualmente en contra del catequista Lenin López.
En este sentido responsabilizó a Chávez Botello de negarse a entregar los videos de la Catedral como prueba para aprender al sacerdote.
