“Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio”, dijo el periodista Javier Valdez, ante el cada vez más recurrente empleo de la violencia para intentar silenciar a la libertad de expresión. Fue asesinado al ejercerla en un estado copado por la delincuencia organizada y la complicidad gubernamental:.
En el ámbito federal, diez Organizaciones de la Sociedad Civil, se retirararon de los trabajos de la Alianza para el Gobierno Abierto, por la pérdida de confianza, pues sus representantes descubrieron que eran objeto de espionaje, y la respuesta del gobierno federal a esta denuncia fue nula.
En Oaxaca, Educa, una organización civil de larga e importante trayectoria en la defensa de los derechos ciudadanos, de dos décadas de una activa participación en la construcción de ciudadanía, con un claro compromiso social, ha recibido amenazas por el acompañamiento a comunidades en su resistencia a proyectos extractivos.
“En México es más peligroso investigar un asesinato que cometerlo”, dice con agudeza el periodista John Gibler. Las cifras le dan la razón. El 90% de delitos contra periodistas y medios que se cometen en este país, no se resuelve.
En contrapartida en el país exgobernadores de todos los partidos, y Oaxaca es ejemplo de ello, han hecho un saqueo en despoblado a los erarios estatales y nada pasa. Cada semana salen a la luz hechos de corrupción de funcionarios federales, estatales y municipales y nada pasa. En el mejor de los casos la destitución temporal, en lo que se amainan las aguas y se olvidan sus hechos, es el peor castigo que ocurre. En otros, basta con cambiarse de partido y declararse perseguido políticamente. Otros más, recurren al fuero de una curul o un cargo público para protegerse. La impunidad se enseñorea
La inseguridad atraviesa ya todo el país; la violencia sólo es comparable a la que tienen países en guerra y México no lo está. La pobreza aumenta y los programas diseñados para combatirla se emplean para comprar votos.
En parte, esto ocurre porque, como lo dice el manifiesto del movimiento nacional ciudadano Nosotrxs: “la democracia ha sido capturada por intermediarios políticos que dicen representarnos, pero que no tienen otro propósito que abusar del poder; la mala calidad de los gobiernos formados por algunos servidores públicos que toman nuestro dinero como su botín; los pésimos resultados de los programas creados para engañar, comprar y quebrantar la voluntad del pueblo; la oscura administración de justicia que ha usado la ley para negociar privilegios, vulnerar derechos y mantener todas las formas de desigualdad”.
Por eso es vital continuar con la movilización ciudadana. Miles de periodistas siguen en busca de la verdad para contarla, aún a riesgo de sus vidas; miles de colectivos ciudadanos, de organizaciones sociales, de comunidades indígenas, se encuentran en resistencia a lo largo y ancho del territorio nacional, en defensa del territorio, los derechos humanos, la diversidad cultural. La lucha por los derechos humanos la hacen cotidianamente miles de personas.
En un país y una entidad con un débil entramado institucional, una obsoleta estructura jurídica y una clase política irresponsable y ajena a los problemas sociales, la movilización de la ciudadanía es imperativa.
Sin embargo, aún cuando existen espacios y organizaciones que trabajan diariamente por construir ciudadanía, las agendas pocas veces se concatenan. Por eso, es de resaltar la convocatoria de un amplio y plural grupo de académicos, representantes de la sociedad civil y ciudadanos, han convocado a un movimiento nacional para hacer la revolución de las conciencias para que la sociedad reclame sus derechos, pero lo haga en clave colectiva; Nosotrxs. Y en Oaxaca hay una movilización social amplia, y experiencias colectivas que es necesario reconstruir.
Cinco ejes son la base de Nosotrxs: Combate a la corrupción; transparencia; distribución equitativa de los recursos; lucha contra la desigualdad; defensa y exigencia de nuestros derechos.
La convocatoria es amplia. Es importante multiplicar esfuerzos y asumir el papel protagónico de la ciudadanía. Mauricio Merino, Lourdes Morales, Juan Villoro, Haydé Pérez, Víctor Trujillo, Katia D’Artigues, Javier Solórzano, son algunos de los fundadores del movimiento. Pero todos podemos sumarnos a esta exigencia de respeto a nuestros derechos registrándonos en www.nosotrxs.org
En la medida en que asumamos esa responsabilidad, podemos vigilar, acotar y evaluar a nuestros gobiernos. Si se articulan el sufragio y los canales institucionales, con el elemento activo y transformador en que se constituyen los movimientos sociales, podremos participar, en lo individual y en lo colectivo, en el debate y la toma de decisiones sobre nuestro devenir y en la apropiación del espacio público.Y no otra sino esa es la esencia de la ciudadanía. En Oaxaca está visto que tiene que hacerse presente ahora.
Como señalara Mauricio Merino en la presentación de Nosotrxs: “No tenemos calendario electoral, ni estamos formando otra candidatura ciudadana. Tenemos derechos y tenemos leyes que son nuestras. Y también tenemos prisa, y mucha, mucha dignidad. Y qué no se nos olvide nunca: ni tú, ni yo, ni ellos; nosotros. ¡Vamos juntos. Y vamos con todo¡”
Twitter: @victorleonljuan
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*Representante de Nosotrxs en Oaxaca.