LIBROS DE AYER Y HOY
El efecto de los espejitos de colores sigue siendo el mismo aunque expresado de diferente manera.
Lo aplican los mismos conquistadores, pero como los nativos aprendieron y hay sangre de por medio por el mestizaje, también ellos lo aplican a los más endebles de su entorno.
No hay escapatoria. Las viejas verdades de como los españoles entregaban baratijas a los indígenas a cambio de oro, plata y otras piedras preciosas, se confirman en la modernidad con nuevas tecnologías de por medio, con los propios españoles, por ejemplo y sus muchas empresas depredadoras.
Hay interesados que justifican aquellas viejas prácticas al decir que eran justas porque cada quien obtenía lo que quería: a los indios les gustaban las novedades relucientes como ahora a muchos les gustan las baratijas chinas y a los españoles ¡las piedras preciosas! Pero el argumento es falaz, como si se diera un dulce a un niño a cambio de su inocencia.
El año anterior se recibió aquí en su calidad de jefe de estado, al señor Felipe de Borbón y Grecia, a quien los españoles consideran su rey.
Hay que tomar en cuenta que el apellido Grecia por su madre, representa a una monarquía que fue expulsada de aquel país, cuando se formó la república actual.
La presencia de Felipe indudablemente auguraba los negocios, las relaciones interesadas y de paso, la enseñanza de como tomar vino, a los del gobierno.
Por eso el vino español supera en ventas en México, al local y de otros países; representa el 31 por ciento de las ventas y en 2014 había vendido a México 16.6 millones de litros, por 70.7 millones de dólares.
La presencia en México de las empresas españolas en otra forma de conquista, más depredadora aún que la anterior – lo cual es decir-, es una denuncia permanente de algunos medios.
Aristegui lo ha abordado con gran eficacia e información por el aprovechamiento lesivo que hacen de la economía mexicana.
Constructoras de presas, gasoductos, torres, carreteras y aeropuertos; gaseras, bancos, empresas de comunicación y todo lo que se les atraviese ¿Tomaría el gobierno la decisión de ponerse de lado de Cataluña?, ni ciego que estuviera, dirían algunos.
La afrentosa salida de Felipe de Borbón, para apoyar a Mariano Rajoy, en una de las agresiones públicas más viles que se han visto, evidencia la calidad de los jefes de estado con los que el gobierno mexicano tiene relaciones y una complicidad explícita, porque de parte de éste, no hubo ninguna declaración de rechazo a la violencia como lo hicieron muchos países.
Los espejitos de colores han funcionado. Ya se encargarán estos locales de aplicarlos a los súbditos, como lo están haciendo en los estragos de los sismos, dando pequeñeces, distribuciones inicuas del dinero que se ha recibido cuyo monto se ignora hasta el momento.
Y que se impone groseramente a los damnificados en colas y retrasos, aún bajo los elementos desatados.
El 27 de septiembre ya habían enviado dinero en efectivo 27 países, además de 440 toneladas de alimentos, aparte de herramientas, medicamentos, tiendas de campaña, equipos, etcétera.
Pero la opinión pública no tiene un control real de todos los haberes. Es urgente exigir cuentas.
El truco de los espejos (Editorial Molino 2006, impreso en España) publicado en 1952 por primera vez, explora de parte de su autora Agatha Christie, las audacias del teatro para ofrecer a un pequeño auditorio escenas que no son reales.
En ese grupo dos personas empiezan a discutir ante el azoro de los demás. En determinado momento, los dos salen del auditorio, se meten a un cuarto vecino y de ahí se sigue escuchando la discusión.
La preocupación de los presentes sube de tono, porque son familiares, aunque de pronto la discusión cesa y los dos contendientes salen más tranquilos.
Momentos después, un sirviente anuncia que un importante invitado de la familia ha sido asesinado, ¿quien lo mató? El uso de los recursos del teatro -que la autora utiliza en otras de sus obras-, permite mediatizar las voces y las presencias y extender a otros lugares la acción, sin que el auditorio se de cuenta.
A menos, claro, que esté presente una avezada detective. Mujer que se la pasó escribiendo buena parte de su vida, Christie murió en 1976 después de haber creado más de 80 obras entre novelas y cuentos policiacos, obras de teatro, de radio, de televisión, una enorme autobiografía que le llevó 25 años redactar y novelas románticas.
Tiene varios temas en los que el espejo aparece en el nombre del título: El espejo del muerto, El espejo se rajó de parte a parte, etcétera.
La reina del crimen le decían, pero murió tranquilamente en su casa, en Winterbrook, después de una larga enfermedad.
